Melania Trump, la hija de la Yugoslavia comunista

“No te daré mi número. Tú dame el tuyo y yo te llamaré”, le dijo Melania Knavs, entonces una modelo eslovena de 28 años, a Donald Trump, quien era un acaudalado empresario del sector inmobiliario en EEUU. La escena, según un reportaje de la BBC, ocurrió en 1998, cuando la pareja se conoció en una fiesta de la Nueva York Fashion Week.

Siete años después, la mujer se convertiría en la tercera esposa del magnate neoyorquino. Y, once años tras la boda, pasaría a ser candidata a la primera dama del país, de la mano de una campaña cargada de controversias.

Las fuertes declaraciones de su marido contra los inmigrantes son una de las razones que podrían explicar el hecho de que Melania Trump, nacida en la Yugoslavia comunista, sea una presencia ausente en la campaña del republicano.

Su nombre, como el del candidato, se ha rodeado de controversias: el equipo del republicano Ted Cruz usó una fotografía en la que aparece desnuda para desprestigiarla. Meses después, un diario insinuó que la agencia de modelaje que la contrató en los años 90 también servía como un servicio de escorts, por lo que ella demandó al medio y al bloguero. Luego, en la convención nacional en que su esposo fue nominado como candidato, su discurso incluyó frases idénticas a unas que pronunció Michelle Obama en 2008.

“Es el trabajo de mi esposo”

Aunque es conocido que habla al menos cuatro idiomas (esloveno, francés, alemán e inglés), hasta hoy no está claro si Melania Trump tiene un título de educación superior, aunque sí asistió a clases en una universidad en Ljubljana. La campaña de su esposo había asegurado que la ex modelo tenía un título en diseño y arquitectura, pero esa información no fue comprobada y ya no figura en el sitio web de Donald Trump. Actualmente, administra su propia marca de joyería.

En la carrera por la Casa Blanca, ha mantenido un bajo perfil. En una entrevista con GQ, aseguró que le daba su opinión a su esposo pero que no estaba dispuesta a declararla públicamente. “Yo elegí no entrar a la política. Ese es el trabajo de mi esposo”, sostuvo. Sus opiniones, agregó, “nadie las sabe y nadie nunca las sabrá, porque eso es entre yo y mi esposo”.

Conversación de muchachos

Cuando faltaba apenas un mes para la elección del próximo martes, la campaña de Donald Trump recibió uno de los golpes más duros: la filtración de un audio en el que el magnate se jactaba de acosar a mujeres, debido a su condición de estrella de televisión.

Melania tuvo que salir a defender a su esposo. En una entrevista con CNN, describió la situación como una “conversación de muchachos”, en la que Trump había sido “presionado” por el conductor del programa para decir lo que dijo. “Me sorprendió. No reconozco a la persona que hablaría de esa manera. A veces digo que tengo a dos muchachos en la casa: mi hijo y mi esposo. Pero sé cómo hablan algunos hombres y así es como lo vi”.

En una entrevista separada con Fox News, la ex modelo señaló que las palabras de su esposo fueron “ofensivas para mí e inapropiadas. Él me pidió disculpas y yo acepté esa disculpa. Y estamos mirando hacia adelante”.

La filtración de los audios fue seguida por una serie de acusaciones de acoso que presentaron ante los medios distintas mujeres. Todas fueron negadas por el candidato.

“Yo le creo a mi esposo”, señaló Melania. “Todo esto ha sido organizado por la oposición. Con los detalles que han entregado, ¿habrán chequeado la procedencia de estas mujeres? No tienen ningún hecho”.

Y agregó: “No se sientan mal por mí. Puedo soportarlo todo”.

“Cuando la historia de esta campaña se escriba, parte de ella será que Melania y los hijos no tuvieron casi incidencia alguna en la carrera de su padre”, señaló a Bloomberg el consultor republicano Matt Mackowiak, “lo que es una lástima, porque tenían un gran potencial”.