Alemania
registró una inflación mínima histórica del 0,4% en 2009, la más baja desde la
unificación del país en 1990, anunció hoy la Oficina Federal de
Estadística (DESTATIS) desde su central en Wiesbaden, que confirmó las
estimaciones de finales de diciembre pasado.
La baja
tasa de inflación tiene su origen en la fuerte depreciación de los productos
derivados del petróleo y los alimentos, mientras se incrementaron ligeramente
los arriendos, la energía eléctrica y los precios del tabaco y el alcohol.
Una tasa de
inflación similar, aunque no tan baja, se produjo en 1999 con un 0,6%, mientras
en 2007 y 2008 rebasó ligeramente la cota del 2,0% que se había marcado como
límite el Banco Central Europeo.
La tasa de
inflación en Alemania fue especialmente baja en los meses de verano, pero
volvió a subir a final de 2009, con un aumento en diciembre hasta el 0,8%
frente a noviembre y del 0,9% frente a diciembre de 2008.
La subida
en el último mes del año se debió -por razones habituales estacionales- al
incremento de los precios de los viajes organizados, los vuelos y los hoteles
ante las fiestas de Navidad y Año Nuevo.