El Banco Mundial rebajó su pronóstico de crecimiento para China desde 8,3% a 7,5% este año, mientras que para 2014 lo situó en 7,7%, por debajo del 8% que estimaba en su reporte de abril.
A pesar de que las perspectivas a corto plazo “están mejorando”, en 2014 hay riesgos de menor crecimiento debido a que Beijing debe avanzar en la reestructuración de la segunda economía del mundo y en frenar los excesos a la inversión que amenazan con provocar una burbuja, especialmente en el crédito.
El organismo explicó que la deuda de los gobiernos locales es una preocupación, dada la complejidad y opacidad de las finanzas municipales, y sostuvo que deberían reformarse “con normas claras sobre endeudamiento, sobre fuentes autorizadas de préstamos, resolución de la deuda y revelación detallada de las cuentas financieras de los gobiernos locales”.
Situación en el Este
El Banco Mundial prevé que el menor dinamismo de China tendrá un impacto relevante sobre sus vecinos del sudeste asiático.
“El desarrollo de Asia oriental se está expandiendo a un ritmo más lento a medida que China pasa de una economía orientada a la exportación y se centra en la demanda interna”, dijo el organismo en su informe de actualización Económica del Pacífico de Asia Oriental.
Debido a ello, el organismo también rebajó sus previsiones para las economías emergentes del Este de Asia, las que en su conjunto espera que crezcan 7,1% este año (0,7 décimas menos que lo estimado en abril), y 7,2% en 2014, desde el 7,6% proyectado en su reporte previo.
“El crecimiento en los países de ingresos medios más grandes, incluyendo Indonesia, Malasia y Tailandia también está suavizando la luz de una menor inversión, los precios mundiales de productos básicos más bajos y un menor crecimiento de lo esperado de las exportaciones”, agregó el Banco Mundial en su último reporte.
A pesar de esto, el vicepresidente para la región Asia Pacífico del Banco Mundial, Axel van Trotsenburg comentó a Expansión que “el Este de Asia continúa siendo el motor de la economía global con una contribución del 40% al PIB mundial, más que cualquier otra región”.