Barclays no pondrá sus activos tóxicos en plan del gobierno británico
El banco considera que cuenta con los requisitos de capital necesarios para hacer frente a la crisis.
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El banco británico Barclays anunció hoy
que no acudirá al Plan de Protección de Activos del Gobierno
británico, al considerar que sus finanzas "cumplen los requisitos de
capital impuestos por la Autoridad de Servicios Financieros (FSA, en
inglés)".
En un comunicado remitido a la Bolsa de Londres, el tercer banco
del Reino Unido señaló que ha tomado esta decisión después de que la
propia FSA dictaminara la semana pasada que el banco cuenta con los
requisitos de capital necesarios para hacer frente a la crisis y a
un eventual empeoramiento de la misma.
Por ello, Barclays indicó que la participación de la entidad en
este programa -con la que el Estado habría entrado en su
accionariado- "no respondería a los intereses de los inversores,
accionistas y depositarios del banco".
El anuncio se produce un día antes de que cumpla el plazo dado
por el Ejecutivo a las entidades para poner sus activos de dudoso
cobro bajo protección oficial.
Otros bancos
Al contrario que Barclays, el Royal Bank of Scotland (RBS) y
Lloyds Banking Group sí han aceptado recibir el apoyo del Estado,
aún a costa de tener que ceder el control de la entidad.
El RBS puso bajo protección estatal 325.000 millones de libras
(US$465.000 millones), por lo que tuvo que
pagar un honorario de 6.500 millones de libras (US$9.300 millones), en forma de acciones
preferentes.
Por su parte, Lloyds aseguró 260.000 millones de libras (US$372.000
millones), en una acción por la que tuvo que desembolsar
cerca de 15.600 millones de libras (US$22.320 millones), 5,2% de los activos
protegidos.
Tras estas dos operaciones, el Estado británico controla casi 70% del RBS y 65% de Lloyds.
Barclays, sin embargo, ha renunciado a aumentar sus fondos por
medio de cualquier tipo de ayuda estatal en reiteradas ocasiones,
para tratar así de mantener su independencia con respecto al
Gobierno.
Para captar fondos, la entidad ha preferido recurrir a un grupo
de inversores del golfo Pérsico para llevar a cabo una ampliación de
capital de hasta 7.300 millones de libras (US$10.445 millones).
El Programa de Protección de Activos fue puesto en marcha por el
Gobierno de Gordon Brown el pasado mes de febrero, con el objetivo
de garantizar los activos tóxicos de los bancos del Reino Unido y
permitirles, así, que puedan seguir concediendo préstamos y se
recupere la confianza en la economía.