El presidente de la Reserva Federal,
Ben Bernanke, descartó hoy ante el Congreso de EE.UU. la posibilidad de nacionalizar bancos y dijo que las entidades donde se dirijan los fondos públicos estarán sujetas a una fuerte supervisión.
"Nosotros no creemos que la nacionalización se requiera o sea necesaria, pero estamos preparados a que, a medida que el dinero público vaya a las instituciones habrá una supervisión muy cercana", afirmó.
En su presentación también señaló que la
recuperación económica dependerá de la rapidez con que se logre la
estabilidad del sector financiero, aunque se han dado progresos.
"Aunque las perspectivas de la economía a corto plazo son
desalentadoras, con el tiempo, un número de factores deben promover
el regreso de ganancias sólidas en la actividad económica, en el
contexto de una inflación baja y estable", afirmó Bernanke durante
una audiencia del Comité de Presupuesto del Senado.
En ese sentido, instó a que el gobierno de Barack Obama tome medidas audaces para sacar adelante a la economía del declive progresivo que vive.
"Estaremos mejor actuando hoy agresivamente para resolver nuestros problemas económicos", señaló.
Según Bernanke, la eficacia de las acciones emprendidas por la
Reserva Federal, el Departamento del Tesoro y otras entidades
gubernamentales para restablecer un "grado razonable" de estabilidad
financiera "serán factores determinantes del tiempo y fortaleza de
la recuperación" económica.
"Si las condiciones financieras mejoran, la economía se verá cada
vez más respaldada por los estímulos fiscal y monetario, los efectos
benignos de la pronunciada caída en los precios energéticos desde el
verano pasado, y el mejor alineamiento de los inventarios
empresariales y ventas, así como la mayor disponibilidad del
crédito", vaticinó Bernanke.
Su comparecencia ante el Comité fue convocada, precisamente, para
analizar los pronósticos económicos a corto y largo plazo, en unos
momentos en que, según Bernanke, el abultado déficit fiscal es un
mal necesario en aras de la recuperación económica.
Bernanke recordó que en enero pasado se registró la pérdida de
600.000 empleos, casi el mismo ritmo que en noviembre y diciembre de
2008, y que los indicadores económicos recientes "demuestran poca
mejoría".