A un día que se supiera que la inflación se mantuvo sobre 5% en abril, las autoridades chinas informaron que subieron los requerimientos de reserva de los bancos en 50 puntos base, ratificando que la prioridad del gobierno es contener el alza de precios y drenar el exceso de efectivo, pese a las señales de que la economía se está desacelerando.
El incremento, el quinto que aplica el Banco Popular de China este año, aumentará el ratio de requerimientos de reserva a un récord de 21% para los mayores bancos del país a partir del 18 de mayo.
La decisión se tomó luego de que dos informes paralelos mostraran el miércoles que el crecimiento de la producción industrial se moderó a 13,4% en abril, su menor ritmo de expansión desde noviembre, mientras que el índice de precios al consumidor llegó a 5,3% anual en el cuarto mes del año, por encima de la meta de 4% que estableció el Banco Popular de China para este año.
Los bancos, por su parte, otorgaron 740 mil millones de yuanes
(US$ 114 mil millones) de préstamos en moneda local.
Prioridad nacional
El primer ministro Wen Jiabao pretende controlar la inflación, que se extiende más allá de los alimentos, al tiempo que mantiene el boyante crecimiento, pero, hasta el momento, no lo ha conseguido.
“Controlar la inflación provocará definitivamente una desaceleración del crecimiento y las autoridades lo entienden”, dijo a Bloomberg el economista jefe para China de Morgan Stanley, Wang Qing. “La desaceleración que hemos visto hasta ahora no indica un aterrizaje forzoso, por eso la prioridad de la política en este momento sigue siendo el control de la inflación”, acotó.
Las señales de una desaceleración han puesto nerviosos a los mercados de energía y commodities, que anticipan una menor demanda. El presidente de Goldman Sachs Asset Management, Jim O’Neill, advirtió ayer que la economía china podría enfriarse más rápido de lo anticipado.