Tras contraerse el 0,8% entre abril y junio, más del doble
de lo esperado por los expertos, el PIB del Reino Unido suma ya cinco
trimestres consecutivos en negativo y acumula un retroceso del 5,8% en el
último año, un récord sin precedentes en los registros estadísticos del país.
Los datos publicados hoy por la Oficina Nacional
de Estadística (ONS, en inglés) evidenciaron que la economía británica aún
tiene un largo camino por recorrer hasta la senda del crecimiento ya que, si
bien el ritmo de contracción se ralentizó con respecto al trimestre anterior,
la caída fue muy superior al 0,3 % previsto por los analistas.
Entre enero y marzo, el PIB británico se contrajo un 2,4%,
después de haber registrado caídas del 1,8%, del 0,7% y del 0,1% en los
trimestres anteriores.
El primer ministro, Gordon Brown, hizo referencia a estos
datos al comienzo de unas jornadas económicas en la capital británica e
insistió en que los países del G-20 aún tienen que "dar más pasos para
revitalizar la economía mundial".
"Hemos llegado a un punto en el que se ha logrado
estabilizar la actividad bancaria, pero aún no tenemos una estrategia para
volver al camino del crecimiento", explicó Brown.
Los datos conocidos hoy suponen un jarro de agua fría para
todos aquellos que desde el mundo político y empresarial situaron el fin de la
recesión en el segundo semestre del año.