El gobierno y las agencias de
regulación bancaria de Estados Unidos prometieron hoy sostener a los
bancos importantes del país con inyecciones de capital.
Esa intervención se llevará a cabo mediante la compra de acciones
preferentes -sin derecho a voto-, como en el pasado, pero la novedad
es que podrán convertirse en acciones comunes, según informaron en
un comunicado.
El acuerdo lo firmaron el departamento del Tesoro, la Reserva
Federal (Fed), la Corporación Federal Aseguradora de Depósitos
(FDIC, por su sigla en inglés), la Oficina del Interventor de la
Moneda y la Oficina de Supervisión del Ahorro.
Emitieron su declaración mientras los mercados especulan sobre la
posible nacionalización parcial de Citibank y otros bancos, cuyas
acciones se hundieron la semana pasada.
La transformación de acciones preferentes en acciones comunes
daría al gobierno estadounidense un control mayoritario en algunas de esas
entidades.
Aún así, el comunicado afirma que es preferible que los bancos
sigan en manos privadas.
Las agencias reguladoras y el departamento del Tesoro comenzarán
a evaluar el miércoles la capacidad que tiene cada banco importante
del país para sobrevivir si se agrava la crisis.
Si al final de su análisis determina que necesitan más capital,
el gobierno inyectará liquidez mediante la compra de acciones con el
dinero del fondo de rescate bancario aprobado por el Congreso el año
pasado, por valor de US$ 700.000 millones.
"Un sistema financiero fuerte y robusto es necesario para
facilitar una recuperación económica amplia y sostenible", dijeron
las agencias gubernamentales en su comunicado.
"Reiteramos nuestra determinación de preservar la viabilidad de
las instituciones financieras de importancia para todo el sistema",
prometieron.
Señalaron, además, que el Gobierno garantizará que los bancos
cuenten con suficiente liquidez para restablecer el crecimiento
económico.