La venta de viviendas de segunda mano en Estados Unidos descendió
inesperadamente un 2,2% en mayo, hasta 5,66 millones de unidades, dato mucho
peor a los previsto por los analistas que esperaban un alza de 6%, informó hoy el gobierno.
En cuanto a los inventarios de casas sin vender, éstos descendieron un 3,4% en igual periodo, hasta los 3,89 millones.
El precio medio de venta, en tanto, fue
de US$ 179.600, lo que supone un alza de
2,7% respecto a mayo de 2009. Los analistas, no obstante, no descartan
una nueva
caída en el valor de las viviendas debido al alto número de casas que
hay sin
vender en EE.UU.
En cuanto a las expectativas para el mes de junio,
el hecho
de que las ayudas gubernamentales acaben este mismo mes hace presagiar
un alza.
Las cifras, que esta mañana hizo públicas el gobierno estadounidense, siembran
de dudas el parqué neoyorquino y reavivan el temor de los inversionistas.
Las señales de debilidad del mercado inmobiliario ponen en entredicho la
capacidad de EE.UU. para salir definitivamente de la crisis, más aún teniendo
en cuenta que la caída que experimentó el indicador se produjo a pesar del
impulso de un crédito fiscal para los compradores de vivienda.
Los datos facilitados por la Asociación Nacional de Agentes
Inmobiliarios empeoran, y mucho, las previsiones de los analistas que apuntaban
a un fuerte repunte del 6% precisamente porque en junio vencen las ayudas
fiscales del gobierno a los compradores de pisos y se esperaba que los
estadounidenses aprovecharan el mes de mayo para acceder a una vivienda de
segunda mano.