La reforma laboral aprobada por
decreto por el gobierno español superó hoy la ratificación del
parlamento con el respaldo en solitario de los diputados socialistas, en
una votación en la que hubo más abstenciones que votos a favor.
El objetivo del plan, según
recordó hoy el ministro de Trabajo,
Celestino Corbacho, ante el pleno del Congreso es reducir "la dualidad"
que se da ahora en el mercado de trabajo en España con grandes
diferencias entre los trabajadores con contratos indefinidos y los
temporales, además de incentivar una mayor productividad.
La abstención del conservador Partido Popular (PP), el principal de la
oposición (153 diputados), de los nacionalistas catalanes y vascos y
otros grupos minoritarios permitió que el gobierno de José Luis
Rodríguez Zapatero sacará adelante la reforma.
Los diputados aprobaron también que el decreto con la reforma laboral se
tramite como proyecto de ley, por el procedimiento de urgencia, lo que
facilitará que se puedan presentar enmiendas al texto convalidado hoy,
que tiene el rechazo de los sindicatos, que han convocado una huelga
general en su contra el 29 de septiembre, y no satisface tampoco a los gremios empresariales.
Los partidos que permitieron su convalidación con la abstención
explicaron esta postura en que consideran necesaria en la actual
situación de España una reforma laboral, aunque en su mayoría criticaron
el alcance de la nueva normativa, al considerar que no favorecerá la
creación de empleo y es confusa.
España tiene, según los últimos datos oficiales, más de 4,5 millones de
personas desempleadas, lo que supone más del 20% de la
población activa.
El Gobierno aprobó la reforma laboral por decreto-ley el pasado 16 de
junio después de que los intentos de alcanzar una cuerdo con los
sindicatos y la patronal fracasaran tras meses de negociaciones.