El Gobierno español se abrió hoy a que
se produzca una privatización total de las cajas de ahorros. No
obstante, hasta que se llegue a ese punto las entidades podrán pasar por
tres escenarios previos, como marca la reforma de la Lorca aprobada hoy
por el Consejo de Ministros.
"Con el máximo consenso" se ha aprobado esta ley, tanto de los
partidos como de las Comunidades Autónomas. La reforma permite que las
cajas puedan emitir cuotas participativas, valores similares a las
acciones, con derechos políticos que no podrán superar el 50% del
patrimonio de las cajas. En tal caso, tal y como ha aludido Salgado, "la
caja perdería su naturaleza".
Esta reforma no es la única opción que el Gobierno
les plantea a las cajas de ahorros. Aunque parece ser la vía que, en
última instancia, será la más requerida, puesto que permite dividir el
negocio bancario de la obra social, el Ejecutivo presenta otras vías.
La primera será quedarse como una caja de ahorros tradicional, aunque
es un modelo que está tocado de muerte ya que la reforma de Basilea III
les exigirá mejor y mayor capital. En primer lugar, estos recursos
propios de primera calidad los podrán obtener emitiendo cuotas
participativas con derechos políticos, similares a las acciones, por
hasta el 50% de su patrimonio. Un paso más allá, las cajas podrán ceder
su negocio bancario a un banco, del que poseerán un mínimo del 50% del
capital, y quedarse sólo con la gestión de la cartera de participadas y
de la obra social. El 50% restante del capital pasaría a estar en manos
de inversores privados.
El último paso es la conversión de las
cajas en fundaciones y la posibilidad de su privatización parcial. Este
supuesto, implanteable en el sector hace sólo unos meses, supone el
cambio de la naturaleza jurídica de las cajas. La mayoría de su capital
podrá estar en manos privadas y la fundación gestionaría la obra social
con el dividendo que obtendría de su participación.
La
conversión de las cajas en bancos supone también un obstáculo para las
Comunidades Autónomas, ya que pederían sus competencias sobre estas
entidades, que pasarán a manos del Banco de España y el Ministerio de
Economía y Hacienda, como ha subrayado hoy en la rueda de prensa del
Consejo de Ministros la ministra de Economía, Elena Salgado.
"Crecer y
capitalizarse", esa es el objetivo que persigue esta reforma según ha
indicado la ministra. La vicepresidenta segunda del Gobierno ha
recordado el cambio que se producirá en el mapa de cajas de ahorros
español.
Las 45 entidades que formaban el ecosistema financiero se
reducirán a 19 "más la solución de CajaSur", culminado un proceso en el
que han participado 38 cajas de ahorros y que está "prácticamente
finalizado".