El ministro francés de Finanzas, François Baroin, aseguró hoy que el G7 no trabaja en el supuesto de que Grecia pueda suspender pagos e insistió en que Atenas debe cumplir estrictamente los objetivos para recibir las ayudas europeas.
"No estamos en absoluto preparando un plan B", respondió Baroin en la conferencia de prensa, al término de la primera de las dos jornadas del encuentro informal de los titulares del G7 en Marsella, cuando se le preguntó por los rumores de que Alemania se prepara a la hipótesis de que Grecia no pueda hacer frente a los pagos de su deuda.
El titular galo de Finanzas añadió que en el caso de Francia está "en vanguardia" del proceso para poner en pie el plan de salvamento acordado en la cumbre europea del pasado 21 de julio, y así se ha votado el parlamento la concesión de las ayudas a Grecia.
El Gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, no quiso especular sobre una eventual evaluación de desvalorización de la deuda griega con el argumento de que el mercado secundario donde se negocia "está totalmente perturbado y no es representativo de nada".
En cualquier caso, Noyer puso el acento en que "la deuda griega no supone un riesgo que necesite una recapitalización para ningún banco fuera de Grecia", y si alguno tuviera que establecer provisiones "no sería un problema para nadie".
Esto sería una referencia apenas velada a los ataques que ha sufrido en los últimos días el banco francés Société Générale, que se ha depreciado sustancialmente en medio de rumores sobre las consecuencias de su exposición a los títulos de deuda helena.