El Consejo 
Constitucional validó la ley que reforma el sistema de pensiones en 
Francia, cuyo punto principal es retrasar la edad de jubilación de 60 a
 62 años para la voluntaria y de 65 a 67 años para tener derecho a una 
pensión completa cuando no se ha cubierto el periodo de cotización.
 El organismo rechazó el recurso presentado el pasado 2 de noviembre por el Partido Socialista contra la ley, después de que hubiera recibido el 
voto definitivo en el Parlamento, y cuando la movilización en contra de 
los sindicatos tenía un amplio seguimiento.
 En su dictamen, 
los miembros del consejo estimaron que, en contra de lo que argumentaban
 los parlamentarios socialistas, la reforma no atenta contra el 
principio de igualdad.
 "El legislador se ha fijado como 
objetivo preservar el sistema de pensiones por reparto. Con ese objeto, 
ha podido fijar en 62 años la edad mínima de la jubilación. No ha 
incumplido ni el principio de igualdad ni la exigencia constitucional 
sobre una política de solidaridad nacional en favor de los trabajadores 
jubilados", sentenciaron.
 Además, estimaron que el retraso 
hasta los 67 años para poder seguir beneficiándose de una pensión 
completa no contradice el principio de igualdad entre hombres y mujeres 
como sostenía la oposición socialista, basándose en el hecho de que las 
mujeres con la nueva ley habrán de esperar más que los hombres para 
tener derecho a una pensión ya que su vida laboral es por regla general 
más irregular.
 El Consejo Constitucional también descartó otra
 parte del recurso en que se pedía invalidar el texto legislativo porque
 el presidente de la Asamblea Nacional, Bernard Accoyer, había 
suspendido la explicación del voto al considerar que la izquierda lo 
estaba utilizando para eternizar el debate.
 La CGT, 
CFDT, FSU, Solidarios y UNSA evitaron llamamientos a la huelga o a 
manifestaciones en todo el país tras el fiasco relativo de las marchas 
organizadas el pasado sábado, que tuvieron una participación muy 
inferior a las de precedentes convocatorias.
La unidad 
sindical se ha ido resquebrajando en los últimos días, con la salida de 
la intersindical de Fuerza Obrera (FO), la Confederación Francesa de 
Trabajadores Cristianos (CFTC) y la Confederación General de Cuadros 
(CGC).