El Gobierno francés informó hoy de que, en la línea de
lo anunciado por Alemania y Reino Unido, va a crear un impuesto que gravará a los
bancos para cubrir los gastos de las intervenciones públicas para salvar el
sistema financiero y que los tres países esperan que el plan se amplíe al conjunto
del G-20.
"Los gobiernos francés, británico y alemán proponen la instauración de
gravámenes sobre los bancos basados en su balance", según una declaración
común divulgada por el Ministerio francés de Economía.
Los tres países subrayaron que están decididos a aplicar "el programa
ambicioso de reforma del sector financiero definido por el G-20 en todos sus
aspectos y se felicitan de la perspectiva de debatir" esta cuestión con el
resto de los participantes en esta instancia, en la cumbre que se celebrará en
Toronto el próximo jueves.
Los detalles de la nueva tasa francesa sobre el sector bancario se conocerán
cuando se presente el proyecto de ley de presupuestos de 2010, a partir del mes
de septiembre.