El gasto total en Salud de los países de
la OCDE aumentó a mayor velocidad que la actividad económica,
pasando del 7,8% del Producto Interior Bruto (PIB) de
media en 2000 al 9% en 2008, según un estudio publicado hoy por la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico.
Según la organización, los factores que
provocan dicho incremento (el progreso tecnológico, el aumento de la
población y su envejecimiento) continuarán "ejerciendo presión sobre
los costes en los próximos años".
Algunos Estados, obligados a
reducir su déficit presupuestario,
"deberán hacer elecciones difíciles para preservar sus sistemas de
salud", que pasarán por "frenar el crecimiento del gasto público en
sanidad, reducir el gasto en otras áreas o aumentar los impuestos",
agrega el informe.
"En algunos países, la reciente degradación de
la coyuntura
económica, combinada con el alza de los costos de la sanidad,
entraña un pronunciado aumento de los gastos en salud en relación
con el PIB", dice el estudio.
En ese sentido, la OCDE cita como
ejemplos a España, donde se
pasó del 8,4% en 2007 al 9,5% en 2008, o el de Irlanda, donde en el
mismo período se pasó del 7,5% al 8,7%.
En 2008, Alemania gastó
en sanidad un 10,5% de su PIB, Estados
Unidos un 16% del suyo, Francia un 11,2%, México un 5,9% (aunque la
metodología de cálculo no es idéntica) y Chile un 6,9% de su
Producto Interior Bruto.
La media de gasto sanitario de la OCDE
por habitante en 2008,
incluyendo la parte que cubre el Estado y la que cubre el sector
privado, fue de US$ 3.000, menos de la mitad de los US$ 7.538 "per cápita" que se gastaron en Estados Unidos.
El dato
para España se sitúa en US$ 3.240, por debajo de
Alemania (US$ 4.714), Francia (US$ 4.996), Reino Unido
(US$ 3.838) o Italia (US$ 3.545), mientras que en Chile fue
de US$ 697 y en México de US$ 599, basándose en distinta
metodología.