La inflación en Brasil registró en abril su mayor salto en un mes. El índice de referencia IPCA subió 0,64% el mes pasado, superando las proyecciones de los analistas que esperaban un alza de 0,59%.
El último dato revivió los temores de los inversionistas de que la inflación en la mayor economía de Sudamérica se salga de control, a medida que el gobierno de Dilma Rousseff presiona a los bancos para que reduzcan sus tasas de interés.
La incertidumbre sobre los precios, sumada a la crisis en Europa, ha empujado el valor de los activos bursátiles brasileños a su mínimo de cinco años, y ha arrastrado al real a la mayor caída entre las divisas mundiales. El índice bursátil MSCI de Brasil denominado en dólares ha caído 25% desde que Rousseff asumió, lo que se compara con la baja de 4,1% para el MSCI global. Brasil es la única de las cuatro mayores economías emergentes que registra una salida neta de capitales, con los inversionistas extranjeros retirando US$ 869 millones desde los fondos mutuos de ese país en lo que va del año, informó Bloomberg.
Y la caída de 12,3% en el real durante los últimos tres meses está elevando el costo de las importaciones, presionando también las cifras de inflación.
Los expertos encuestados por el gobierno proyectan que la inflación llegará a 5,12% en 2012 para acelerarse a 5,56% en 2013. De esta manera, el Banco Central de Brasil tampoco sería capaz de cumplir su meta de inflación de 4,5% para este año. La tasa de inflación ha superado el techo del rango establecido por la autoridad monetaria durante 21 meses seguidos.
Foco en crecimiento
Para reactivar la economía, que se desaceleró a 2,7% el año pasado, la presidenta ha alentado al banco central a aplicar una agresiva política de baja de tasas. Aunque sigue siendo la más alta del mundo, el recorte de 3,5 puntos porcentuales en la tasa de referencia Selic durante los últimos nueve meses representa la mayor caída a nivel global. Los tipos se encuentran actualmente en 9%, muy cerca de su mínimo histórico de 8,75%, pero los observadores ahora apuestan a que llegará a 8%. El ministro de Comercio, Fernando Pimentel, reconoció el martes que el banco central ya no está enfocado en la estabilidad de precios como su principal objetivo, sino en el crecimiento.
Además de influir a través de la autoridad monetaria, el gobierno también anunció la semana pasada una reforma que prohibe a los bancos comerciales ofrecer tasas de interés mayores al 70% de la tasa Selic.
Para cumplir su objetivo de crecimiento de 4,5% este año, el gobierno también ha aumentado los subsidios para créditos de bancos estatales, recortado impuestos al consumo, y aumentado sus planes de inversión en infraestructura.
JPMorgan, que hace tres meses dijo que Brasil estaba en un “punto óptimo”, ahora aconseja a sus clientes a reducir sus tenencias de acciones en este mercado.