Por Diane Brady
-¿Qué fuerzas afectarán a la banca en 2014?
-Tenemos problemas con las bajas tasas de interés, las que tienen cierto impacto en nuestros ingresos y márgenes. Me encantaría tener más préstamos en nuestros libros. Por décadas, por cada dólar depositado, teníamos un dólar de préstamo. Hoy tenemos un dólar depositado y US$ 0,8 de préstamo. Entonces tenemos un par de cientos de miles de millones esperando en depósitos con la Fed otorgándonos ganancias cercanas a cero. Nos encantaría prestar ese dinero. Pero ese es el resultado del desapalancamiento de los clientes, tanto las empresas como los individuos.
Los balances nunca han sido tan líquidos. Los consumidores están pagando sus deudas o guardando algo para empezar su propio negocio pequeño o para sus líneas de empresas. Por otra parte, nunca he visto el crédito tan bien en mis 32 años en la compañía.
-¿Qué hay de la economía en general?
-En el corto a mediano plazo no será marcadamente diferente a lo que hemos visto este año. Ahora, sí hubo un par de cosas extra que jugaron en nuestra contra. Tuvimos el aumento de impuesto en la primera parte del año, lo que tuvo un efecto de enfriamiento del PIB. Y recientemente también tuvimos el tema del presupuesto. Eso también tendrá un impacto. También hubo algunas cosas realmente positivas. Creo que el sector inmobiliario tendrá otro buen año. El mercado automotor también tendrá otro buen año. Creo que a la agricultura le irá bien, así como la energía y la tecnología.
En la otra cara de la moneda, aún no hemos visto la creación de empleo que el país necesita no solamente para emplear a la nueva fuerza de trabajo entrante, sino que también recuperar el rezago y el desempleo que resultó de la recesión.
Los economistas que he leído están hablando del crecimiento del PIB el próximo año en una base trimestral. La mayoría comienza con 2%. Puede que tengamos un trimestre con 3%. No creo que tengamos tasas de 4% ó 5% de crecimiento, que son realmente necesarias. Esas tasas de crecimiento comienzan a producir entre 300.000 y 400.000 empleos al mes.
-¿Cómo podría Washington ayudar o dañar su compañía?
-Estoy totalmente a favor de la regulación efectiva. Lo que me preocupa es cuando los legisladores y reguladores aprueban leyes o modifican normas que nos complican para servir a nuestros clientes. En algunos casos, esas normas tienen el impacto de hacer el crédito menos disponible para menos personas y a un precio mayor. Casi todas las industrias con las que he hablado se quejan sobre la rigurosidad de la regulación que se pone en el camino de la creación de empleos y oportunidades.
Por ejemplo, la Fed ha hecho tres o cuatro versiones del alivio monetario, un nombre elegante para la compra de deuda a largo plazo para bajar las tasas de interés. Esa es su principal herramienta para intentar estimular la economía. Hemos tenido tasas hipotecarias a un mínimo de 50 y 60 años. Entonces, estimuló la actividad en el sector inmobiliario. Por otro lado, tenemos a Fannie y Freddie devolviendo las hipotecas a los originadores que ellos crearon hace 5 ó 6 años diciendo, “sabes, el trabajo no estuvo bien terminado”.
Esas son dos políticas diametralmente opuestas. Uno dice, “presta mucho dinero”, y otro dice, “no prestes dinero”. No soy muy fanático del alivio monetario tan tarde en la recuperación. Creo que cuando hay interrupciones o distorsiones en el mercado, no es bueno. Me gustaría ver las tasas normalizadas para que sean representativas de lo que la economía está haciendo. Y los 10.000 estadounidenses que se jubilan cada día que tienen que pagar un enorme precio en esta recuperación, están obteniendo nada por su dinero.
-Estratégicamente, ¿en qué se están enfocando?
-Uno de los negocios es el de las tarjetas de crédito. Sólo el 35% ó 36% de nuestros clientes tienen nuestra tarjeta de crédito, por lo que hay una gran oportunidad ahí. Y aunque que tenemos más del 10% de los depósitos del país, tenemos sólo 1% ó 2% de la riqueza de jubilación, corretaje y actividades de fideicomisos.
-Los bancos han recibido un golpe en su reputación. ¿Cómo se recupera la confianza?
-Las personas perdieron sus trabajos, sus casas y sus empresas, por ellos tenemos que sentirnos mal. Siendo uno de once hijos, tengo familiares en todos los escalafones de la escala económica. No necesito hacer una encuesta, sólo voy a una reunión familiar. Algunos jugadores en nuestra industria no hicieron lo correcto. Pusieron a las ganancias por sobre la gente. En muchos casos, los bancos tienen mucho trabajo por hacer para reconstruir la confianza de los estadounidenses. Y no creo que eso se pueda lograr con una campaña publicitaria. Creo que tiene que ser persona a persona, esquina por esquina.
-¿Cree que hay un “new normal”, un reajuste en las expectativas?
-Sí. Hay que mirar nuestro retorno de activos. En el tercer trimestre, por cada dólar en préstamos y depósitos –nuestros activos-, generamos
US$ 1,53 o US$ 1,55 después de impuestos. Eso es casi lo que hicimos antes de la recesión. Por otro lado, nuestros retornos de las acciones eran de 14,07%. Solían ser alrededor del rango de 20%. No es que estemos ganando menos, es que tenemos más capital. Entonces sí, ha habido un reajuste en los retornos debido a que las acciones han subido más ahora. Estamos reteniendo mucho más de nuestros activos productivos en una forma líquida, y eso significa que no tenemos los mismos retornos sobre ellos.