Una persistente debilidad subyacente volvió a quedar en evidencia ayer en la economía de EEUU. La actividad manufacturera se contrajo inesperadamente en mayo y registró su peor cifra en cuatro años, aunque otro índice reveló una leve expansión de la actividad fabril el mismo mes.
El Instituto para la Gestión del Abastecimiento (ISM su sigla en inglés) indicó que su índice de la actividad fabril bajó el mes pasado a 49,0 puntos desde 50,7 en abril. Los analistas de Reuters y Bloomberg esperaban entre 50,7 y 51 unidades. Este fue el menor nivel desde junio del 2009, cuando la economía salía de la recesión. Una lectura menor a 50 indica contracción en el sector manufacturero, que representa 12% de la economía.
La última vez que el índice manufacturero ISM cayó por debajo de 50 fue en noviembre, cuando EEUU fue golpeada por la enorme tormenta Sandy. "La manufactura está bloqueda por el bajo gasto corporativo y los recortes del gasto público", señaló Guy LeBas, estratega jefe de renta fija de Janney Montgomery Scott en Filadelfia, a Bloomberg. "La demanda externa está bastante anémica".
Sin embargo, los analistas descartaron un retroceso del crecimiento y en cambio apuntaron a las implicancias para el programa expansivo de la Reserva Federal. "No hay nada aquí que indique una recesión, sólo que las cosas quizás serán un poco más débiles", declaró Scott Brown, economista jefe de Raymond James, a Reuters. "La pregunta clave, particularmente para la Fed, es ¿qué implica el dato para el futuro? ¿Las cosas van a ser lo suficientemente fuertes como para repuntar en la segunda mitad (del año)?".
El negativo informe del ISM reduce lo que ya era un riesgo bajo de que la Fed pudiera comenzar a disminuir sus compras de activos cuando se reúna este mes, escribió ayer Amna Asaf, economista de Capital Economics.
Sin embargo, eso no cambia el panorama de que la economía repunte más tarde este año, agregó. Asaf cree que la Fed comenzará a reducir las compras de bonos "mucho antes de fin de año".
El presidente del Banco de la Reserva Federal de San Francisco, John Williams, reiteró ayer su visión de que una economía en mejoría permitiría que el banco central reduzca sus compras de bonos en el verano boreal. La Fed celebrará su próxima reunión sobre política económica el 18 y 19 de junio.
Un sondeo del Banco de la Reserva Federal de Chicago divulgado ayer indicó que el crecimiento probablemente se acelerará lo suficiente este año y el próximo como para reducir la tasa de desempleo a 6,9% en el cuarto trimestre del 2014.
En otro dato, la consultora Markit dijo que su índice final de Gerentes de Compra (PMI, por su sigla en inglés) para el sector manufacturero subió a 52,3 en mayo desde 52,1 en abril, lo que fue mejor que la lectura preliminar de 51,9.
Además, el gasto en construcción se elevó 0,4%, a una tasa anualizada de US$ 861.000 millones, según mostraron ayer datos del Departamento de Comercio, aunque el incremento fue menor al alza de 0,8% esperada por analistas consultados por Reuters.
Debilidad china
Pero la mayor economía del planeta no fue la única que dio señales de debilidad ayer. China, el segundo motor del mundo, también vio un declive en la actividad. El índice fabril se contrajo en mayo por primera vez en siete meses, mientras que el crecimiento en el sector de servicios se enfrió.
El índice de gerentes de compras (PMI) de HSBC/Markit para mayo cayó a 49,2, su nivel más bajo desde octubre de 2012 y por debajo de la lectura de 50,4 en abril, luego de que cedió la demanda interna y en el extranjero.
"Creemos que el crecimiento económico de China probablemente seguirá disminuyendo," dijo a Reuters Zhang Zhiwei, economista jefe para China de Nomura.
En la eurozona, en tanto, la actividad de las fábricas aumentó en mayo, aunque siguió marcando contracción. El PMI de Markit subió a 48,3 desde 46,7 de abril, y por sobre el 47,8 esperado.


