El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se declaró hoy dispuesto a negociar sobre cualquier aspecto del presupuesto federal con los republicanos, pero advirtió que no lo hará bajo la amenaza de la suspensión de pagos ni de la paralización parcial de la administración, que hoy cumple una semana.
"No hay ningún tema sobre el que no esté dispuesto a trabajar, negociar y llegar a un compromiso de sentido común", dijo Obama en el marco de una visita a la Agencia Federal para la Gestión de Emergencias (FEMA). Sin embargo, rechazó cómo quieren los republicanos alcanzar sus objetivos
En ese sentido, insistió en que no negociará "bajo la amenaza de causar un daño mayor a nuestra economía y las familias de clase media. No vamos a negociar bajo la amenaza de una paralización prolongada hasta que los republicanos obtengan el cien por cien de lo que quieren ni bajo la amenaza de una catástrofe económica que economistas y ejecutivos advierten que puede ocurrir si el Congreso opta" por la suspensión de pagos a partir del 17 de octubre".
También subrayó la pérdida de servicios que están sufriendo los ciudadanos, y pidió al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, a que someta a voto el proyecto de ley para una financiación temporal sin condicionantes. "Tengo la muy fuerte sospecha de que hay suficientes votos" para aprobar la legislación, dijo.
Obama recordó la necesidad de elevar el techo de la deuda, e insistió en que es algo "rutinario" que se ha llevado a cabo más de cuarenta veces desde que gobernó el presidente republicano Ronald Reagan (1981-1989) y "no ha sido utilizado nunca para negociar".