El primer ministro griego, Yorgos
Papandreu, aseguró hoy en Viena, ante la banca internacional, que
hará todo lo necesario para conseguir que Grecia vuelva al
crecimiento económico, y subrayó que su país no entrará en el impago
de la deuda ni abandonará el euro.
"Nos hemos tomado muy en serio
nuestro compromiso con el cambio,
y no tengo ninguna intención de dar marcha atrás", dijo Papandreu.
El jefe del Gobierno griego
insistió en su firme decisión de no
rendirse frente a las dificultades financieras y aseguró que los
pasos dados hasta ahora por su Ejecutivo incluyen medidas radicales
para superar la crisis, e insistió en que firmemente se ha decidido
por excluir la moratoria y la salida de la zona euro.
Declararse
en quiebra, o salirse del euro, hubiese sido "una
opción muy diferente" a la adoptada por Atenas, pero "claramente no
decidimos ir por allí", aseguró.
El programa de consolidación
fiscal está en marcha, y "sí,
pagaremos nuestra deuda", prometió el primer ministro griego.
"Haré
lo que sea necesario para sacar adelante a mi país, sacarlo
de la crisis, restaurar la solidez de las finanzas públicas,
conseguir una economía más competitiva y salvaguardar la cohesión
social de nuestra sociedad", dijo.
Recordó que las medidas de
ajuste fiscal adoptadas buscan reducir
el déficit griego del 13,6% del BIP actual, hasta el 8,1%, en este
mismo año, e incluyen dolorosos y a veces "injustos" recortes, en
los gastos públicos, jubilaciones, salarios de los funcionarios
públicos, así como aumentos de impuestos.
Según Papandreu, las
medidas que han comenzado a ponerse en
práctica fueron "decisiones muy difíciles, pero necesarias" y ya han
empezado a dar los primeros frutos: el déficit del país se redujo en
un 40% durante los primeros cinco meses del año, respecto al mismo
período de 2009.