Nuevamente el gobierno peruano reaccionó a los dichos del cancillera Alejandro Foxley en relación al tema del TLC. Esta vez fue el turno del primer ministro peruano, Yehude Simon, quien aseguró que su país no permitirá una "injerencia política de
nadie" en asuntos internos.
"El hecho de que tengamos nuestras diferencias en el Perú no
significa que vamos a aplaudir las declaraciones de alguien que está
declarando muy mal y que no ayuda a la presidencia chilena", indicó
Simon en declaraciones citadas por la agencia oficial Andina.
Foxley criticó ayer la demanda de inconstitucionalidad presentada
recientemente por una treintena de parlamentarios peruanos contra el
Acuerdo de Libre Comercio entre Perú y Chile, que entró en vigencia
el 1 de marzo pasado.
Los legisladores peruanos, la mayoría del partido opositor del
líder nacionalista Ollanta Humala, consideran que este acuerdo
bilateral atenta contra la soberanía territorial y económica de Perú
y, además, creen que debió ser debatido y votado en el Congreso del
país.
"No entiendo la discusión que se está dando en el Perú en estos
momentos, nosotros en Chile estamos mirando el siglo XXI, pero en el
Perú hay políticos que tienen la mirada anclada en el siglo
antepasado", manifestó este miércoles Foxley.
Por su lado, la ministra peruana del Interior, Mercedes
Cabanillas, se sumó hoy a las condenas contra las declaraciones de
Foxley. "Nosotros no nos metemos en casa ajena ni tampoco
(aceptamos) que se metan en la nuestra", manifestó.
A diferencia de Simon y Cabanillas, el canciller peruano, José
Antonio García Belaúnde, tachó el comentario de Foxley simplemente
como "una expresión infeliz", y no consideró que se trate de una
intromisión política ni que merezca una reacción formal de la
cancillería.