La economía francesa creció un 0,3% en el tercer trimestre respecto al
precedente, anunció hoy el Instituto Nacional de Estadística (INSEE),
que redujo así en una décima las cifras que había publicado
anteriormente.
Esa rebaja tiene que ver con una revisión de
los indicadores sobre la formación bruta de capital y sobre el consumo,
indicó en un comunicado el INSEE, que también modificó ligeramente a la
baja el dato del Producto Interior Bruto (PIB) del segundo trimestre.
Finalmente, el PIB entre abril y junio progresó un 0,6%, una décima
menos de lo avanzado hasta ahora y, teniendo en cuenta que en el primer
trimestre el avance fue del 0,2%, eso significa que con el avance
alcanzado en los nueve primeros meses de 2010 la economía francesa
crecería un 1,4% en el caso hipotético de que permaneciera estancada en
el cuarto trimestre.
Tanto el Gobierno como el INSEE en sus
últimas previsiones esperaban que el alza del PIB en el conjunto del año
sea del 1,6%, lo que necesitaría una expansión del 0,7% en el cuarto
trimestre.
Entre julio y septiembre, el incremento del 0,3% se
basó en particular en el consumo (0,5%) y en la formación bruta de
capital fijo (0,5%). En total, la demanda interna contribuyó con cinco
décimas al PIB trimestral.
Por su parte, el comercio exterior quitó cuatro décimas, por efecto de unas importaciones que mantuvieron
una senda ascendente (3,9%) más pronunciada que la de las importaciones
(2,6%), lo que condujo a un agravamiento del déficit comercial.
El efecto negativo del déficit comercial se vio compensado en parte en
ese tercer trimestre por las variaciones de existencias en las
empresas, que tuvieron una contribución de dos décimas en el PIB.