El primer ministro británico, David Cameron, ha pedido al resto de socios de la Unión Europea y a la comunidad internacional que promuevan la imposición de sanciones al petróleo de Libia como instrumento adicional para presionar y aislar al régimen de Muammar Gaddafi.
Cameron ha reconocido, sin embargo, al fin de la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y Gobierno sobre Libia que entrañará "dificultades" seguir la pista al dinero del petróleo libio y hacer extensivos los embargos y sanciones ya decretados.
"Ha salido en el debate la opción de aplicar sanciones al dinero del petróleo libio, pero por la naturaleza de las transacciones es difícil saber a donde ha ido a parar todo ese dinero", ha reconocido Cameron en rueda de prensa.
En el escrito de conclusiones de los líderes de la cumbre, el presidente del Consejo permanente, Herman van Rompuy, ha avanzado que la UE quiere ir más lejos de las sanciones económicas aprobadas hasta ahora en dos tramos, el último de los cuales ha entrado en vigor hoy e incluye al Banco Central libio y a varias agencias de inversiones libias en el extranjero.
El líder británico se ha mostrado al final de la reunión "satisfecho" porque los Veintisiete reconozcan a los rebeldes del Consejo Nacional Libio de Transición (CNLT) como interlocutor, tal y como el propio primer ministro británico y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.
Asimismo, ha señalado que la UE "permanece unida en todos los objetivos respecto a Libia", entre ellos la idea que "Gaddafi debe irse" y que deben establecerse nuevos acuerdos de asociación con las nuevas democracias a medio y largo plazo porque "todo esto es una gran oportunidad en las dos direcciones".
Para Cameron, "se trata de un acto de barbarie" lo que está llevando a cabo Gaddafi, quien "persiste en ignorar las demandas de absolutamente toda la comunidad internacional, incluido el mundo árabe"