Fiscal general argentino dictamina que la muerte de Alberto Nisman se trató de un “homicidio”
El fiscal ante la Cámara del Crimen, Ricardo Sáenz, concluyó que posterior al disparo, el cuerpo del ex fiscal “fue movido alterándose así la escena del crimen”.
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Ricardo Sáenz, el fiscal general ante la Cámara del Crimen, en Argentina, dictaminó ayer que la causa por la muerte de Alberto Nisman debe ser investigada en el fuero federal porteño al considerar que se trató de un “homicidio”. La resolución fue entregada a la Cámara del Crimen que tiene que resolver un cuestionamiento planteado al respecto por la familia del fallecido ex titular de la UFI-AMIA.
En concordancia con la querella, Sáenz infiere que “el objeto procesal de esta causa hasta el momento lo constituye la hipótesis de que Alberto Nisman ha sido víctima del delito de homicidio”.
Según detalla, “no caben dudas ya de que no fue Alberto Nisman quien disparó el arma que le dio la muerte, lo que necesariamente lleva a concluir que fue víctima de un homicidio”. Y sostiene que coincide con las pruebas que presentó la querella que concluyen que posterior al disparo, el cuerpo del fiscal “fue movido alterándose así la escena del crimen”.
Se trata de la primera vez que un funcionario judicial dictamina que la muerte del fiscal fue un homicidio.
Nisman fue hallado el 18 de enero del año pasado con un disparo en la cabeza en el baño de su departamento, en el barrio de Puerto Madero, un día antes de declarar contra la ex presidenta Cristina Fernández, el ex canciller Héctor Timerman y otros altos funcionarios por encubrir a los autores del atentado a la AMIA en 1994.
Pide imputación
En el mismo dictamen, Sáenz reclamó la imputación de Diego Lagomarsino en “todas las hipótesis delictivas” de la investigación, y “no sólo de la entrega del arma” con la que supuestamente se quitó la vida el ex fiscal.
El fiscal ante la Cámara del Crimen recordó, en su escrito, que él ya había considerado que Lagomarsino, que trabajaba con Nisman y fue el último en verle con vida, debía ser investigado.
Sáenz dijo coincidir con lo expresado por las querellas en cuanto a la “poca credibilidad que cabe asignarle a los dichos de Diego Lagomarsino”, que siempre relató haber sido él quien le dio el arma con la que luego “se suicidó”. En el mismo sentido, Sáez señaló al custodio Rubén Benítez, quien también dijo que Nisman le había solicitado un arma de fuego.
Ahora, el dictamen, que no es vinculante, será evaluado por la Sala VI que determinará si el caso debe o no ser investigado por la Justicia porteña.
“En esa incidencia puse de resalto que tanto la Fiscal como la Jueza participaban de una suerte de ficción respecto de Lagomarsino, ya que le consideraban sólo imputado de la entrega del arma a Nisman, mientras que le daban intervención como parte en las pericias médicas, balísticas e informáticas relacionadas claramente con la muerte de Nisman”, detalló el fiscal de la Cámara.