El temporal
que azota Alemania repercute de lleno en su economía: la construcción está
congelada y los costos se han disparado en el transporte, la distribución, las
aseguradoras y las administraciones públicas, mientras las energéticas, las
textiles y el comercio minorista se frotan las manos.
Los seis
días consecutivos de intenso temporal, sumados a las nevadas de las últimas
tres semanas en extensas áreas de Alemania, está dejando huella en la mayor
economía europea, según economistas y portavoces gremiales.
"Un
invierno como éste que acaba de comenzar puede llevar a reducir el crecimiento
trimestral alemán en medio punto porcentual", aseguró Volker Treier, economista
jefe de la Cámara de Industria y Comercio de Alemania.
El sector más
afectado es, sin duda, el de la construcción, al que el temprano arranque del
rigor invernal ha obligado a detener su actividad, mucho antes y de forma más
radical que lo que es habitual.
Si en un
diciembre normal el sector factura entre 7.000 y 8.000 millones de euros, éste
se quedará entre 3.000 y 5.000 millones de euros, calculó la Asociación de las
Empresas de la Construcción (ZDB).
"No se
va a poder trabajar en cuatro de doce meses (de diciembre a marzo). No ha sido
tan duro en los últimos años", apuntó la portavoz de la ZDB, Ilona Klein,
en declaraciones a la edición digital de "Der spiegel".