Por Constanza Morales H.
El cierre del gobierno federal de Estados Unidos que duró 16 días y la amenaza de un posible default de la nación la semana pasada pueden explicarse en una palabra: Obamacare. Los republicanos estaban dispuestos a todo con tal de desfinanciar la emblemática reforma de salud promulgada por el presidente Barack Obama en 2010.
Los esfuerzos de los conservadores fueron inútiles, ya que el nuevo sistema comenzó a regir el 1 de octubre. Durante estas tres semanas, la implementación del programa ha tenido más de un problema, pero la batalla fiscal en Washington provocó que estas dificultades pasaran a un segundo plano.
Tras el acuerdo logrado la semana pasada para reabrir el gobierno y elevar el techo de la deuda, el Ejecutivo está empeñado en solucionar las fallas que ha mostrado el sitio web donde las personas pueden inscribirse para conseguir su seguro médico.
Ayer al mediodía, el mandatario realizó un discurso en la Casa Blanca en el que afirmó estar “frustrado” por el mal funcionamiento del portal. Las personas que han intentado ingresar a healthcare.gov se han encontrado con mensajes de error, largas esperas y fallas del sistema.
“No hay formar de dorar la píldora. El sitio web ha estado muy lento. La gente se ha quedado pegada durante el proceso de postulación. Y creo que es justo decir que nadie está más frustrado por esto que yo”, declaró.
Sin embargo, Obama manifestó que están haciendo todo lo posible para arreglar los errores y destacó la demanda que ha habido: el sitio ha recibido cerca de 20 millones de visitas y se han contabilizado casi 500 mil solicitudes con éxito.
“El producto es bueno, es de alta calidad y es asequible”, expresó antes de agregar que Internet es sólo una de las formas de enrolarse. También se puede hacer a través del teléfono o en persona.
Críticas opositoras
Tras su intervención, los republicanos continuaron su ataque contra la reforma. El líder de la minoría conservadora en el Senado, Mitch McConnell, sostuvo que las fallas intensifican la necesidad de retrasar el requerimiento de que todos los ciudadanos tengan un seguro al 31 de marzo de 2014. De lo contrario, deben pagar una multa.
“Otro evento con estilo de campaña no resolverá el sinnúmero de problemas que están enfrentando los consumidores bajo Obamacare”, aseveró. El nuevo programa “cuesta mucho y no está funcionando de la forma que prometieron… es tiempo de que el presidente considere postergar este esfuerzo apresurado”, añadió.
Por su parte, John Boehner, vocero de la Cámara de Representantes, afirmó que “los estadounidenses no obtuvieron respuestas del presidente hoy (ayer), pero la supervisión de la Cámara de este fracaso está recién comenzando”.
La meta del gobierno es que se inscriban 7 millones de personas en seis meses. La Oficina de Presupuesto del Congreso espera que la reforma cubra a 24 millones de personas a 2020.

Beneficios de la ley
Favorecidos: Cerca de 24 millones de ciudadanos sin cobertura médica podrán acceder a un seguro. El 60% de los que cumplan con los requisitos podrán obtener uno por menos de US$ 100 al mes.
Preexistencia: Las aseguradoras no podrán negar la cobertura por condiciones médicas preexistentes.
Igualdad: Las compañías tampoco podrán cobrar basándose en el status de salud o el género del usuario.
Límites: La nueva ley restringe el monto que se le puede cobrar a los enfermos y a los ancianos.
Jóvenes: Los estadounidenses menores de 26 años podrán permanecer en el plan de salud de sus padres.