Los
países de la Unión Europea alcanzaron hoy un "consenso básico" sobre una
reforma limitada el Tratado de Lisboa para crear un mecanismo
permanente de rescate de países insolventes.
La discusión que
los ministros comunitarios de Exteriores y Asuntos Europeos mantuvieron
hoy con el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, dejó
prácticamente cerrada la reforma del texto, que será aprobada en la
cumbre de jefes de Estado y Gobierno de los próximos jueves y viernes.
La cumbre dará "un mensaje de confianza y capacidad de responder a
los desafíos" de la UE, afirmó la ministra española de Exteriores,
Trinidad Jiménez, quien destacó el "alto grado de consenso" de las
propuestas de Van Rompuy para realizar una modificación limitada del
Tratado.
La ministra española
recordó que los titulares de Economía y Finanzas de la Eurozona ya han
alcanzado un consenso básico sobre la participación del sector privado
en el rescate, y aseguró que hoy no se trató la cuestión del uso del
fondo de rescate para la compra de bonos de deuda pública de los Estados
miembros de la UE.
Lineamientos
El borrador del texto que manejaron los
ministros abogaba por emplear un proceso simplificado para reformar el
artículo 136, que evite referendos y permita su entrada en vigor en
enero de 2013, cuando expira el fondo de rescate temporal.
El
objetivo es finalizar los trabajos en la UE en marzo, para que los
estados miembros puedan someterlo a ratificación parlamentaria a tiempo.
"Muchos Estados miembros han insistido en la importancia de cambiar
el Tratado por el procedimiento simplificado... no debemos complicarnos
la vida", recalcó el ministro belga, cuyo país ejerce la presidencia de
turno de la Unión.
La cumbre también ratificará formalmente el
acuerdo de los ministros de Finanzas de la Eurozona del pasado 28 de
noviembre, que será ratificado al máximo nivel esta semana, según el
cual el rescate de cualquier país será activado por unanimidad en el
Eurogrupo y estará sujeto a un estricto programa de reformas económicas y
ajustes fiscales.
La implicación del sector privado se
articulará en línea con las prácticas del Fondo Monetario Internacional
de manera que, en caso de que un país reciba la asistencia de sus
socios, éstos tendrán un estatus preferencial de cobro de las deudas
sobre los tenedores privados de bonos del país, según el primer borrador
de conclusiones de la cumbre.
Además, se alentará a los
inversores privados a que mantengan su exposición a la deuda de los
países, cuando éstos sean considerados solventes; y se permitirá una
renegociación de la deuda con los acreedores privados, en caso de
insolvencia.
Los bonos emitidos a partir de junio de 2013,
cuando caduca el fondo de rescate temporal, incluirán unas cláusulas de
acción colectiva que permitirán "que los acreedores aprueben por mayoría
cualificada un cambio vinculante en los términos de pago, en caso de
que el deudor sea incapaz de pagar", según el documento.
Los
países que no compartan la moneda única podrán participar en el rescate
de países de la zona euro cuando así lo deseen, como ha sido el caso con
Reino Unido en el programa de asistencia a Irlanda.
El
mecanismo permanente formará parte de un marco más amplio de resolución
de crisis que incluirá un endurecimiento de la disciplina fiscal y
medidas para atajar los desequilibrios macroeconómicos, que deberá ser
acordado antes de junio de 2011.