Luego de cinco meses de contracciones, los contratos para adquirir viviendas usadas en Estados Unidos volvieron a terreno positivo en noviembre luego de seis meses, aunque la cifra se ubicó por debajo de las expectativas.
La Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios (NAR, su sigla en inglés) informó ayer que el índice de ventas de propiedades pendientes subió 0,2%, después de haber anotado cinco descensos consecutivos.
A pesar del avance, la cifra estuvo por debajo de las estimaciones de los economistas que esperaban un alza de 1%, lo que podría indicar que los mayores costos de endeudamiento están limitando la recuperación en el sector.
“Podríamos haber alcanzado un mínimo cíclico, ya que los fundamentos positivos de la creación de empleo y de la formación de hogares probablemente fomentarán un nivel relativamente estable de actividad de contratos en 2014”, afirmó Lawrence Yun, economista jefe de NAR.
Mike Englund, economista jefe de Action Economics, comentó a Bloomberg antes de la publicación del informe que “la combinación de la reticencia de los bancos de prestar y la explosión en las tasas hipotecarias fue una traba en ese sector”.
Valores históricos
En tanto, los precios de las viviendas en varias de las principales ciudades estadounidenses han vuelto a sus máximos históricos, siete años después de que estallara la burbuja inmobiliaria.
En diez de las 50 mayores áreas metropolitanas los valores de las propiedades han registrado su nivel más alto, según un análisis realizado por el Wall Street Journal de los datos de los precios recopilados por Zillow, un servicio en línea de información de bienes raíces. A nivel nacional, los valores continúan estando por debajo de los máximos vistos en la década pasada y muchas de las urbes que han experimentado las mayores ganancias se salvaron en gran parte de la crisis.
