Por Marco Fajardo
Si algo quedó claro esta semana es que el rescate bancario español no está funcionando. Su deuda está bajo una presión inédita y la pregunta flota en el aire: ¿Necesitará un nuevo rescate, esta vez al gobierno? Algunos medios como “New York Times” lo creen inevitable.
Entre los políticos, la confusión es total. Ayer el presidente del gobierno, Mariano Rajoy, se quedó mudo ante una periodista que le preguntó sobre la presión que sufre la economía, y luego salió presuroso. Es justamente esta falta de claridad lo que alarma más al mercado.
Luego de que Moody’s rebajara el miércoles la calificación de la deuda española casi al nivel de “basura”, el rendimiento del bono a 10 años superó ayer la barrera del 7%, el nivel que desató las operaciones de rescate en el caso de Grecia, Portugal e Irlanda. Por su parte, el ministro de Economía, Luis de Guindos, admitió que una prima de riesgo de 550 puntos “no es sostenible”.
¿A medio paso del abismo?
Un sondeo realizado por Reuters entre 59 analistas de Europa y EEUU arrojó que 35 expertos consideran como “probable” o “muy probable” que España necesite más ayuda en los próximos 12 meses. Los resultados contrastan con los de una encuesta de abril, en la que sólo uno entre cuatro esperaba que España necesitará una intervención.
Antes de la nacionalización de Bankia, el cuarto banco del país, en mayo, Raj Badiani, de la consultora IHS, veía un 33% de riesgos de que España recurriera a ayuda de Bruselas, pero hoy estima que esa probabilidad se ha elevado a 50%. Otros, como David Watts de CreditSights, incluso aventura una cifra de lo que costaría: “entre 250 mil y 300 mil millones de euros”, y una fecha: “antes de fin de año, tal vez en el verano (europeo)”.
¿Demasiado grande para rescatar?
Pero si España en verdad necesitará un rescate, la pregunta entonces es quién sería capaz de financiarlo. El problema en el caso de la cuarta economía de la eurozona es que Bruselas no podrá salir en ayuda de Madrid de la misma forma en que ha respaldado a Grecia, Portugal e Irlanda, economías bastante más pequeñas.
El multimillonario estadounidense y gurú de las finanzas Jim Rogers aseguró a la cadena CNBC que intentar un rescate a España es una locura y que simplemente “hay que dejar quebrar al país”.
La analista de Renta 4 Nuria Álvarez confirmó las dificultades de una aventura como ésta en declaraciones a DF. “Teniendo en cuenta el tamaño de España y el efecto contagio sobre Italia no es factible un rescate”, aseguró.
Pero la experta no está dando por descontado un rescate, al menos no todavía. Álvarez subraya que superar la barrera del 7% en los rendimientos del bono soberano no implica automáticamente la necesidad de un plan de ayuda.
“Habrá que ver cuánto tiempo se mantiene en ese nivel o si seguirá subiendo, y cuál es la capacidad de España para hacer frente a una tendencia de crecimiento del costo”, aseveró.
Destacó además que el costo de deuda dependerá de los hitos de los próximos días, como la elección en Grecia del domingo y la cumbre europea de fin de mes, entre otros.
En una columna del diario español “El Mundo”, Soledad Pellón, de IG Markets, descartó también ayer la idea, subrayando que el peso de la deuda española sobre el PIB (79%) es muy inferior al de Grecia y Portugal (superior al 100%).
Sin embargo, admitió que la posición de España quedó complicada luego de que Bruselas extendiera una línea de crédito para la banca local. Nadie presta 100.000 millones de euros “a cambio de nada”, señaló, lo cual podría abrir las puertas de Madrid a la temida troika de la UE, el FMI y el Banco Central Europeo.