Las finanzas de Europa no son convincentes

Pese al acuerdo heleno, los niveles de deuda siguen siendo demasiado altos y hay pocas señales de que la economía esté volviendo a un crecimiento sostenible.

Por: | Publicado: Miércoles 14 de marzo de 2012 a las 05:00 hrs.
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Los ministros de Finanzas de la eurozona firmaron un préstamo de rescate para Grecia, diciendo que un acuerdo para reducir el valor de su deuda con prestamistas privados hizo a las finanzas del país “sostenibles”. Sin embargo, pese a que el rescate redujo los temores de que Grecia incumpla sus deudas dentro de este mes, aumentaron las advertencias de que podría necesitar otro rescate pronto: los niveles de deuda siguen siendo demasiado altos y hay pocas señales de que la economía esté volviendo a un crecimiento sostenible.

En términos más generales, la cumbre recordó que los temores de una crisis en la eurozona están lejos de terminar. En particular, a España se le dijo que redujera su déficit presupuestario para este año, después de anunciar el mes pasado que no pudo ni siquiera acercarse a la meta acordada previamente. Controlar el sobregasto español se está convirtiendo en una prueba crucial para la eurozona, que ha prometido mostrar los dientes con respecto a controlar el gasto y la deuda entre sus miembros.

Los ministros acordaron un segundo programa de ayudas para Grecia por 130.000 millones de euros (US$ 170.000 millones) después de que el acuerdo con los acreedores privados la semana pasada redujera más de 100.000 millones de euros de su deuda, recortando el total de160% a 120% del PIB. El rescate le da a Grecia el dinero para refinanciar unos 14.400 millones de euros en bonos con vencimiento el 20 de marzo. No obstante, mientras la amenaza inmediata de un default desordenado fue evitada, pocos creen que Grecia pueda alcanzar el objetivo de mantener su deuda en 120% del PIB hasta 2020: las medidas de austeridad brutales para recortar el gasto están alimentando una recesión en el país, dañando los ingresos presupuestarios y subiendo los niveles de deuda. La EIU espera que la deuda suba nuevamente, a 140%-160% del PIB para 2020.

Eso haría que los repagos sean inasequibles, y un número creciente de economistas están advirtiendo que el país necesitará un tercer rescate. Incluso el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaeuble, admitió recientemente que “nadie puede ser descartado” de otro rescate.

Para repeler la amenaza de una mayor crisis de deuda tanto en Grecia como en otros estados miembros, los ministros de la eurozona están intentando hacer dos cosas. Primero, incrementar el tamaño del principal fondo de rescate y, segundo, mostrar que pueden vigilar los niveles de déficit más efectivamente, obligando a los países a mantener los objetivos acordados con el resto de la eurozona.



Progreso glacial


El progreso en incrementar el poder de fuego del Fondo de Estabilidad Europea Financiera (FEEF), el principal fondo de rescate, ha sido glacial, con fuerte oposición de Alemania por ser obligada a ayudar a los países derrochadores. Sin embargo, el lunes acordó redactar opciones para expandir el FEEF para la próxima reunión en un mes. Esto fue visto ampliamente como una confirmación de que Alemania está preparada para crear un “súperfondo” al fusionar el FEEF (que expira en 2013) y el Mecanismo de Estabilidad Eruopea, que se va a convertir en el fondo de rescate permanente para la eurozona este año. Esto llevaría el poder de fuego total a 750.000 millones de euros, quizás lo suficiente para reasegurar a los mercados en conjunto con otras medidas.

El mayor problema, por supuesto, es evitar la necesidad de más rescates. El ejemplo de España es lo más desalentador, porque originalmente había acordado mantener su déficit de gasto a 4,4% de su PIB este año. Pero hace diez días el nuevo premier, Mariano Rajoy, declaró unilateralmente que cambió el objetivo y esperaba ahora un déficit de 5,8% del PIB. La meta de Rajoy “está muerta” dijo el premier de Luxemburgo, Jean-Claude Juncker, que presidió la reunión.

El verdadero problema es que España no alcanzó su objetivo de mantener el déficit a 6% del PIB el año pasado: el gobierno culpó al sobregasto de las administraciones regionales por una brecha de gasto de 8,5% del PIB y los ministros de la eurozona aceptaron que llevarla a 4,4% en un año era irreal cuando la economía estaba en recesión.

España está trabajando duro por disminuir su déficit, elevar el impuesto a la renta y recortar tanto el pago real como el número de trabajadores civiles. Sin embargo, la EIU espera un déficit de 6,5% en 2012, por sobre 5% el próximo año, a medida que la economía siga débil. Tras un modesto crecimiento en 2011 esperamos que el PIB caiga en 1,2% este año, ya que la recesión de la eurozona golpeará las exportaciones y la demanda interna se mantiene débil.

Tal vez Bruselas se deba enfocar menos en el tamaño del déficit fiscal y más en las formas de retomar el crecimiento. Así se aliviaría el problema del déficit.

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