No solo el cobre está experimentando un rally alcista en 2025. También, metales como el oro han aprovechado la incertidumbre arancelaria global para posicionarse como un activo refugio en las carteras de los inversionistas.
De acuerdo con el analista de estudios de Capitaria, Maximiliano Saldaña, los bancos centrales China, India y Turquía incrementaron su exposición al oro en los últimos meses.
Con esta inversión, buscan “protegerse de la inestabilidad económica y diversificar sus activos”. En el caso de China aumentó sus tendencias de oro “durante 16 meses consecutivos, reforzando su estrategia de reducción de exposición al dólar”, aseguró Saldaña.
El analista de mercados XTB Latam, Ignacio Mieres, señaló que las mayores inversiones de oro se han realizado principalmente a través de la adquisición del metal físico y activos financieros, como ETF. Los bancos centrales, por su parte, “suelen comprar lingotes grandes de 100 y 400 onzas”, comentó el cofundador y director de Áurica, Josh Pérez.
Según Saldaña, los bancos centrales tienen un enfoque “más conservador”, garantizando la estabilidad financiera y reduciendo la exposición a activos especulativos.
Nuevos precios
Este miércoles, Reuters publicó un informe de Bank of America (BofA) que señaló que los bancos centrales “poseen hoy alrededor del 10% de sus reservas en oro y podrían elevar esta cifra a más de 30%”.
Asimismo, elevó sus proyecciones para el precio del oro. BofA espera que el metal cotice a US$ 3.063 dólares la onza en 2025 y a US$ 3.350 en 2026. Esto supone un aumento de sus previsiones anteriores de US$ 2.750 para 2025 y US$ 2.625 para 2026. Actualmente, se cotiza en US$ 3.024 la onza.
El banco indicó en el reporte que, si la demanda de inversión aumenta 10%, los precios del oro al contado podrían subir hasta US$ 3.500 en los próximos dos años.
Según Reuters, actualmente la principal atención del mercado se centra en los posibles aranceles recíprocos que la administración Trump podría adoptar el 2 de abril.