La contundente baja observada en el precio del petróleo el día después del anuncio de Donald Trump de un alto al fuego en Medio Oriente, fue calificada como una “sobrerreacción” por el asesor de empresas de energía y académico de la Universidad John Hopkins, Paul Sullivan.
En conversación con DF, afirmó que el movimiento observado tanto en el indicador Brent como en el WTI, en ambos casos de 5%, “refleja un exceso de optimismo respecto a un frágil alto el fuego”, esto en consideración de que “un alto el fuego no es un acuerdo de paz” y que “si Irán acepta esto, podría ser el principio del fin de ese régimen”, marco en el que, a su juicio, “debemos mantenernos al tanto”.
Respecto a los llamados que hizo el Presidente estadounidense a producir más petróleo en su país, con su ya clásico “drill, baby, drill”, de manera que las tensiones en eMedio Oriente y particularmente la amenaza de Irán de cerrar el estrecho de Ormuz se tradujeran en alzas de precios, Sullivan también planteó reparos respecto a sus alcances.
“Hay un límite a lo que puede hacer el petróleo estadounidense. Si no hay suficiente elasticidad en la oferta, los líderes pueden pedir y pedir, pero el aumento será mínimo, si es que lo hay. El petróleo canadiense podría ser parte de la solución, pero incluso eso es limitado”, indicó el también investigador del Centro de Energía Global del Consejo Atlántico.
Explicó que “la mayor parte de la capacidad excedente de producción petrolera está en los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita”, este último país también susceptible a lo que pudiera ocurrir en el estrecho de Ormuz, en caso de reactivarse el conflicto con Irán como protagonista.
“En el caso del petróleo, existen oleoductos que permiten rodear el estrecho, pero no son suficientes para reemplazar todo ese crudo (...) Obstruir el comercio energético en una zona relativamente pequeña podría causar problemas en los mercados”, indicó.