Un año récord en materia de colocaciones en el exterior, tuvieron las empresas chilenas durante 2014, cuando las operaciones por este concepto sumaron unos US$ 10.000 millones. Según Christian Tauber, gerente División Global Corporate Banco Itaú Chile, esto se debió a varias coyunturas, como las tasas históricamente bajas, necesidades de refinanciamiento en dólares, entre otras.
Todo esto en un periodo donde los escándalos financieros estallaron por varios frentes.
Sin embargo, Tauber asegura que la percepción de los extranjeros sobre el país no se ha visto afectada, lo que se ha notado en las colocaciones de bonos.
-¿Cómo ven los inversionistas extranjeros el actual escenario de Chile?
-En general, Chile mantiene su rating, es un país poco endeudado, con compañías muy sanas desde el punto de vista crediticio y que han estado accediendo a los mercados internacionales de forma recurrente. Si uno ve las colocaciones y lo que ha estado pasando, no ha habido un aumento en el spread que le estén pidiendo a las compañías por emisiones afuera ni tampoco a la República.
-¿Los últimos escándalos no han tenido un efecto concreto?
-Hasta ahora no.
-¿Situaciones similares que se han dado antes tuvieron algún efecto?
-Los mercados van operando a medida que se internaliza la información que van recibiendo. No creo que haya existido una situación similar en el pasado. Hay que ver cómo evolucionan las cosas y ver cómo se va dando hacia adelante las diferentes investigaciones que se están dando.
Al final del día el efecto reputacional en todos los mercados es súper importante y es de largo plazo en el acceso del financiamiento a las compañías. Llega un momento en que por diferentes temas reputacionales las empresas comienzan a pagar mucho más... ni siquiera pueden llegar a financiarse en los mercados. Pero los efectos en el corto plazo son mucho más relacionados a oportunidades cercanas.
Lo que sí está clarísimo es que en largo plazo siempre afecta a las compañías y las puede dejar fuera del mercado.
-¿Cuán serio se puede tornar?
-Cuando hay crisis de confianza en las compañías, si no se soluciona de forma rápida, las empresas pueden terminar saliendo del mercado.
-¿Tan importante es el tema reputacional, incluso en una compañía financieramente sana?
-Los mercados se olvidan muy rápido del pasado. A medida que se van solucionando los problemas los mercados absorben las noticias bastante rápido y cuando pasa cierto tiempo los mercados tienden a ser borrón y cuenta nueva. Pero eso depende el impacto que tiene y de lo fuerte que sea el problema de la compañía en su momento.
-¿Qué podrían hacer firmas involucradas en casos como estos para evitar la contaminación?
-Estar muy cerca de los inversionistas para que le pongan el precio correcto a sus papeles. Estar dispuestos a gastar energía y recursos para estar con ellos, si al a final del día lo que importa es que la información fluya.
El mercado financiero
Del total de las operaciones de financiamiento del año pasado, "un porcentaje no menor fue de renegociación de deuda, además hubo un porcentaje de alrededor de 30% que fue de plata fresca para nuevas inversiones, o proyectos de inversión que se hayan financiado en corto plazo y se estaban refinanciando ahora", explica Tauber.
Respecto del mercado local, las colocaciones sumaron cerca de US$ 3.000 millones en bonos no bancarios, "lo que no están muy en línea con lo que se viene colocando en los últimos siete u ocho años, salvo en un año en especial, como es el 2009 que se colocó mucho a nivel local, ya que se cerraron los mercados afuera", explica el ejecutivo.
-¿Cómo esperan que sea el 2015?
-Vemos un mercado con poco crecimiento de la inversión en Chile; por consiguiente, vemos un mercado bastante plano, en término de colocaciones locales similares a lo de 2014, quizás un poco menor. Afuera vemos menos colocaciones, ya que las tasas van a comenzar a subir, es la sanción que tiene todo el mundo respecto a las tasas de EEUU, lo que desincentive las colocaciones.
Fin a sequía de bonos de infraestructura
Un bono por 6,3 millones de UF puso fin a la sequía de este tipo de instrumentos para el sector de infraestructura. El banco Itaú fue el estructurador de la operación y el asesor financiero de la misma. "Esperamos que con el bono que colocamos se reabra el mercado, pero será paulatino en la medida que uno vaya logrando estructurar, caso a caso, cada uno estos bonos", explicó Christian Tauber.
Según el ejecutivo, estos instrumentos para este sector son "difíciles de colocar" por varias razones. Entre ellas, la complejidad de la estructuración de los mismos, lo que en este caso significó realizar la operación en varios días para incluir la negociación con los bancos por el prepago de la deuda, prepagar los derivados, alzar las garantías, realizar las negociaciones con las compañías de rating para lograr que tengan una clasificación AAA o AA+ .