La Comisión
Europea (CE) confirmó que recibió denuncias contra ING, por sus prácticas
comerciales en Holanda y Bélgica y, aunque no ha querido revelar otros nombres,
también ha habido otras denuncias.
En ese
grupo podrían estar el Royal Bank of Scotland, nacionalizado en un 84% por el
Gobierno británico, así como bancos regionales alemanes como WestLB.
Fuentes del
entorno del comisario de Competencia, Joaquín Almunia, declararon al diario
español Expansión que la CE sigue atentamente la actividad de los bancos que
han recibido ayuda de Estado y que siempre, una vez que se ha concluido un
análisis de una institución, Bruselas impone restricciones a esa entidad, de
manera que con esas ayudas no se falseen las reglas de la competencia.
Las
sanciones se impondrían dependiendo de las condiciones de las ofertas en cada
mercado.
En los
casos en los que ya se ha cerrado el análisis, Bruselas impone condiciones
concretas, como por ejemplo obligar a esos bancos a vender algunos de sus
activos, impedirles utilizar fondos para desarrollar políticas comerciales
agresivas, bajar los precios por sus actividades o hacer campañas de
publicidad. También les ha obligado a adoptar métodos de buen gobierno.