La sesión marcada por la incertidumbre ante la crisis
crediticia que vivió ayer Wall Street provocó que los inversionistas perdieran
la confianza en el dólar y cediera posiciones en favor del yen. La fortaleza de
esta divisa, sin embargo, invitó a vender papel en las compañías exportadoras
japonesas que impulsaron un 2,2% a la baja al Nikkei 225, hasta los 14.130
puntos.
Ni un dato de inventarios semanales de crudo mejor de lo
esperado para el mercado, ni unas cuentas de Morgan Stanley que batieron las
previsiones. Wall Street apostó por las caídas desde el inicio de la jornada y
finalmente sus tres principales indicadores cerraron con recortes del 0,7%, ya
que en Nueva York las miradas apuntaron a una lastrada por el petróleo FedEx y
a las medidas de urgencia de Fifth Third Bancorp para hacer frente a los
devastadores efectos de la crisis.
Las tensiones que vivió la principal bolsa del mundo
viajaron hasta los mercados asiáticos, donde los mayores recortes los sufrió el
CSI Chino que continúa sin levantar cabeza y se desplomó un 5,9%. El selectivo
Hang Seng de Hong Kong cedió un 1,85%, con lo que acumula pérdidas del 18% en
lo que va de año. La bolsa de Vietnam sufrió descensos del 2,3%, y recoge un
saldo negativo del 60% desde enero. Y en el índice regional MSCI-Pacific aparcó
las ganancias de los tres últimos días y retrocedió un 1,7%.
El Nikkei cerró en los 14.130 puntos, su nivel más bajo de
los últimos dos meses debido, principalmente, a la debilidad del dólar frente
al yen. En el mercado de divisas japonés el yen encadenó su cuarta jornada al
alza, se apreció un 0,25% frente al billete verde y se cambió por 107,61
unidades. La fortaleza de esta divisa frena las ventas de las compañías
exportadoras niponas en el extranjero y obviamente hizo perder la confianza de
los inversionistas que se lanzaron a vender sus títulos en ellas.
Toyota y Honda, los dos mayores exportadores de automóviles,
se depreciaron más del 3,2%. En el caso de Honda, los recortes también
estuvieron motivados por el anuncio de la propia empresa de que este año
recortará su producción de camiones en Estados Unidos a consecuencia de los
altos precios de la gasolina han lastrado sus ventas. Las pérdidas de Mazda
Motor alcanzaron el 5,5%, mientras que las de Canon, otro de los grandes
exportadores, fueron del 1,44%.
El miedo invadió al sector financiero que respiró hondo tras
las medidas de urgencia de Fifth Third Bancorp para solventar la crisis y se
preparó para aguantar el chaparrón. El primer banco japonés, Mitsubishi UFJ,
cedió un 3,6%, una décima menos que el segundo, Mizuho Financial, mientras que
la tercera entidad japonesa, Sumitomo Mitsui Financial, sufrió recortes del
4,68%. Pero el mayor lastre lo sufrió Mizuho Trust & Banking que terminó la
jornada con un desplome del 6,54%.
Poco más de una docena de valores dejaron atrás las pérdidas
y entre ellos destacó Sanyo Electric que se coronó en la cima de las 225
cómpañías que forman el Nikkei con ganancias del 3,32% animado por un plan de
duplicar su producción anual de baterías recargables. La petrolera Inpex Holdings
y West Japan Railway terminaron con la plata y el bronce del selectivo tokiota,
respectivamente.