Como cada año, el banco suizo Julius Baer junto a PwC, presentó su barómetro global de family offices. En su edición 2025, el estudio reveló un dato que marca un cambio relevante en la gestión patrimonial: solo un 40% de los patrimonios considerados como “ultra ricos” o ultra high network cuenta con una oficina familiar.
De acuerdo con el sondeo, las principales razones detrás de esta baja penetración son las preocupaciones por los costos y la complejidad que implica administrar un family office.
“Estas preocupaciones están impulsando a las familias a explorar modelos más flexibles y colaborativos. Cada vez más, las familias con patrimonios ultra ricos recurren a gestores patrimoniales para acceder a un conjunto de servicios específicos, similares a los de una oficina familiar, sin asumir la totalidad de la gestión operativa”, aseguró el informe.
Respecto a las prioridades de las familias, América Latina, mostró diferencias significativas frente al resto del mundo, ya que la definición de objetivos estratégicos es uno de los intereses más importantes al establecer su estructura de oficina familiar con un 56% de las respuestas, muy por encima del 30,5% registrado a nivel global.
Cambio de prioridades
El estudio recopiló la visión de más de 2.500 expertos y familias, y registró un cambio generacional en las prioridades de los ultra ricos. Por primera vez, “construir un legado familiar” figuró entre los tres temas más relevantes para estos patrimonios.
De acuerdo con los ejecutivos de Julius Baer, “esto refleja un relevo generacional en marcha en muchas empresas familiares, especialmente en Oriente, donde los patriarcas y las matriarcas están mirando más allá de la planificación de la sucesión hacia una impronta más duradera y basada en valores”.
Además, por segundo año consecutivo, la estabilidad política se posicionó como una preocupación clave entre las familias.
Lo anterior, se explicó principalmente por los conflictos regionales y las dinámicas de poder cambiantes, que han llevado a los ultra ricos a buscar nuevas formas de proteger sus patrimonios.
“Los datos de este año muestran que la preocupación por el riesgo político se extiende ahora más allá de las regiones tradicionalmente volátiles; la fragilidad se percibe cada vez más como un problema global”, advirtió el estudio.
Mercados privados
En materia de inversión, la diversificación sigue siendo una de las principales prioridades. Más del 80% de los encuestados mantuvo vínculos en múltiples jurisdicciones en busca de mayor estabilidad y oportunidades.
Sin embargo, existe una clase de activos que se ha tomado el centro de las conversaciones: los mercados privados.
Según Julius Baer, hasta hace poco tiempo las discusiones en las juntas directivas de los family offices giraban en torno a activos tradicionales como acciones, bonos o fondos de cobertura. “Sin embargo, hoy cada vez más familias están dando un giro estratégico hacia los mercados privados, una tendencia respaldada por múltiples fuentes de investigación”, señaló el informe.
Actualmente, cerca del 35% de los portafolios de estos patrimonios se destina a activos como private equity, venture capital, crédito privado e infraestructura.
“Lo que está claro es que las familias ultra ricas ya no se consideran administradores pasivos de su patrimonio. Buscan construir legados duraderos, invertir con intención y proteger la estabilidad privada y pública”, concluyó el estudio.