Tan errático como la zigzagueante economía de la Unión Europea estuvo el comportamiento de las materias primas durante este año.
El cobre fue uno de los metales que durante todo 2011 acusó los golpes que recibió la economía mundial. Así, cerró el año con una pérdida de más de 24%, el peor desempeño desde la crisis subprime cuando llegó a retroceder un 56,56%. Pero, a diferencia de entonces cuando el valor de la libra de cobre se desplomó desde un peak de US$ 4 a US$ 1,25 en pocos meses, ahora se ha mantenido en torno a los US$ 3,5. Y eso que los cada vez más bajos inventarios y producción han dado algo de soporte al precio.
Otro gran protagonista ha sido el petróleo, primero por los levantamientos en todo Medio Oriente, luego por la extensa guerra civil en Libia que terminó con los 40 años de mandato de Muammar Gaddafi y ahora por la amenaza de embargo a Irán. Pero a pesar de estos riesgos geopolíticos, el precio por barril ha estado más bien estable.
Por otra parte, el que confirmó su naturaleza de activo refugio, mientras se acerca a su decimoprimera alza anual consecutiva, fue el oro: el metal precioso avanzó durante este año 9%. El director de iShares para BlackRock en Chile, Miguel Zapatero, recuerda que sólo en momentos de alta volatilidad -como anuncios de rescate o rebajas de rating- llevan al commodity a seguir a los mercados, pero rápidamente recupera su tendencia.