El peso chileno saca cuentas alegres este mes. Gracias a su avance de 2,31% se posiciona como la moneda latina más fortalecida en mayo, mientras que ocupa el tercer lugar entre las divisas de mercados emergentes, superada solo por el rublo ruso y la rupia india, que han ganado 3,84% y 3,21%, respectivamente.
Y en los niveles actuales que logra el tipo de cambio, en torno a los
$ 550 -ayer cerró en $ 552,2-, lejanos de los $ 570 que alcanzó a finales de abril, algunos inversionistas han optado por rearmar nuevas operaciones de carry trade en el mercado local. Según información del Banco Central, la posición neta de dólares en el mercado derivado externo ha disminuido en unos US$ 2.600 millones sólo en el mes en curso.
Las razones detrás del debilitamiento del dólar se deben principalmente al rebrote inflacionario de la economía local, lo que derivó en la postergación de la reducción de la Tasa de Política Monetaria (TPM) por parte del Banco Central, según explica Alejandro Araya, jefe de market making FX de Santander GBM.
“También destaca la debilidad que han mostrado los últimos datos de EEUU, particularmente los de empleo, y sus efectos en el retiro de los estímulos monetarios. A esto se suman los buenos datos actividad de China, las medidas pro crecimiento que están adoptando y sus efectos positivos en el precio de los commodities”, agrega Araya.
De acuerdo a BCI Estudios, la pausa en el ciclo de bajas de la política monetaria y la recuperación del precio del cobre habrían animado a los agentes para rearmar posiciones. Y si bien expresó que el impulso del carry no es comparable al del real brasileño -que se ha apreciado 9% desde su mínimo-, “puede seguir empujando el dólar a la baja”.
“En el corto plazo seguimos esperando ver apreciaciones por carry, para dar paso a depreciaciones hacia $ 555 a fines de 2014”, postuló.
Dólar débil solo a corto plazo
Pese a esta visión, en BCI Estudios acotaron que la perspectiva de largo plazo de la paridad no ha cambiado sustancialmente, ya que a su juicio la desaceleración de la economía local llevará al Banco Central a continuar el ciclo de reducciones en la tasa rectora, lo que sigue siendo consistente con un tipo de cambio entre
$ 550 y $560, “nivel al que el dólar retornaría tras eventuales episodios de volatilidad cambiaria”.
En el plano internacional, sin embargo, estima que los riesgos para ver un peso más depreciado se han ido moderando, dada las expectativas más ‘blandas’ en la política monetaria de EEUU y la posibilidad de un estímulo monetario en China. Con todo, llamó a no perder de vista que el país norteamericano enfrentará alzas de tasas de todas maneras y que China sigue desacelerándose.
En Santander GBM ven la paridad en $ 545-$ 560 en el corto plazo, mientras tienen una visión apreciativa para el dólar en el largo plazo, ya que ven un tipo de cambio en la zona de $ 570-$600 a fines de año.