Parece que la tan comentada burbuja accionaria de China está explotando.
Las malas cifras económicas que reafirman la desaceleración del gigante asiático están golpeando con fuerza su mercado bursátil.
Desde junio a la fecha, el CSI 300, índice que reúne a las principales acciones de China continental, ha caído 19%. Mientras, el Shangahi Composite ha bajado por sobre el 20%.
Pero quizás la caída más violenta se ha dado en el ChiNext de la Bolsa de Shenzhen, índice que reúne a las empresas tecnológicas y que replica al Nasdaq de Wall Street, y que había subido sobre el 100% en el último año, pero desde junio a la fecha ha descendido un 30%.
Los esfuerzos por parte del regulador y gobierno chino por impulsar a la economía parecen no dar frutos todavía.
De todas formas, algunos analistas aún esperan que el mercado bursátil de China muestre signos de recuperación.
De hecho, argumentan que los factores fundamentales siguen favoreciendo a la bolsa, con una política monetaria laxa y reformas económicas en marcha en el país asiático que siguen intactas, aún cuando las valuaciones se ven en niveles más razonables.