"Nuestra prioridad es la consolidación fiscal (...) después veremos cómo crecer"
Rumania ha sufrido siete trimestres consecutivos de contracción y sus medidas de austeridad incluyen un recorte de 25% en los sueldos del sector público.
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 17 de diciembre de 2010 a las 05:00 hrs.
Por Neil Buckley
El mensaje de Traian Basescu, presidente de Rumania, es sombrío pero consistente: "nuestra prioridad es la consolidación fiscal", le gusta repetir. "Después veremos cómo crecer".
En una reunión en el palacio presidencial en Bucarest, el ex capitán de barco petrolero dice que el crecimiento regresará el próximo año a un país que ha sufrido una de las recesiones más largas de la Unión Europea y algunas de sus medidas de austeridad más fuertes. Muchos economistas, y conmocionados ciudadanos, no están tan seguros.
Entre los estados del centro de Europa que festejaron el crecimiento desatado y el crédito fácil antes de la crisis, Rumania despertó con una de las peores resacas. Tras subir imprudentemente sueldos y pensiones, el país de 22 millones tuvo que recurrir al Fondo Monetario Internacional en abril de 2009 por un rescate de 20 mil millones de euros.
Las medidas de austeridad tibias el año pasado no lograron moderar un déficit presupuestario de más de 7%, requiriendo ajustes más drásticos este año. Tras sobrevivir apenas a dos votos de no confianza, el gobierno de centro derecha de Emil Boc, primer ministro, redujo los sueldos del sector público en 25% y los pagos de beneficios en 15%, y subió el impuesto al valor agregado de 19% a 24%.
El producto se contrajo por dos años. Si bien la recesión no estuvo entre las más profundas de la UE, sólo Letonia, Estonia e Irlanda han sufrido más que los siete trimestres consecutivos de crecimiento negativo de Rumania.
A diferencia de muchos de sus vecinos que están comenzando a repuntar, el producto de Rumania volvió a caer en el tercer trimestre. Es un triste modelo para países como Irlanda y Grecia, recién en las etapas iniciales de los rescates dirigidos por el FMI.
"La expectativa para 2011 es un crecimiento de 1,5%", insiste Basescu, presidente durante el auge -aunque dice que entonces pidió cautela al gobierno- y la caída. "Es la evaluación del FMI, la evaluación de la UE y nuestra evaluación que tendremos un ligero crecimiento (...) basado sobre todo en la inversión".
La inversión llegará sobre todo, dice, tal vez con optimismo, a través del dinero de la UE. Desde que se unió a la UE en 2007, Rumania ha tenido problemas para absorber los fondos estructurales y de cohesión por 19 mil millones de euros que el bloque pone a su alcance.
Tras poner tardíamente en su sitio las estructuras necesarias para gestionar esos fondos, Basescu dice que Rumania tiene varios grandes proyectos de infraestructura con financiamiento comunitario listos para implementarse el próximo año.
Necesita esas inversiones. Aunque las exportaciones están creciendo, Rumania va muy atrás de la fortaleza exportadora de Polonia, la República Checa o Eslovaquia, ahora proveedores de bajo costo importantes para Europa occidental. Y el consumo se aplanará, con más recortes de gasto entrando en vigencia en enero.
Basescu, independiente como presidente pero con lazos con el centroderechista PDL, insiste en que el enfoque de "austeridad primero" es correcto. Mientras ve poco riesgo de contagio directo para Rumania de la crisis de la eurozona, dice que el país ha aprendido del destino de otros Estados europeos que los desequilibrios fiscales son peligrosos.
Con lo peor de las medidas de austeridad ya aprobado por el parlamento, cree que el inestable gobierno de coalición -dos partidos con apoyo de independientes- puede sobrevivir lo suficiente como para implementarlos. Dice que las protestas recientes de profesores y trabajadores del sector público no escalarán - pero admite que las medidas han vuelto "muy impopular" al gobierno (y a él).
La aproximación contrasta con la de la vecina Hungría, que disfrutó de una bonanza similar en 2000, pero donde el gobierno de centroderecha de Viktor Orban suspendió conversaciones con el FMI. En cambio, ha tratado de estimular el crecimiento para salir de los problemas - pero Moody"s recortó su calificación de riesgo en dos peldaños la semana pasada.
Una prioridad inmediata para la integración de Rumania a la UE es la adhesión a la zona fronteriza Schengen, prevista para marzo. Pero es posible que haya una demora, con países como Francia manifestando sus dudas respecto de la capacidad de Rumania de vigilar más de 2.000 kilómetros en la frontera externa de la zona, que involucra a ex repúblicas soviéticas como Ucrania y Moldavia.
Basescu sospecha que el verdadero problema puede ser la población de medio millón de gitanos o Roma - muchos de los expulsados por Francia este año regresaron a Rumania. Bucarest, dice, está dispuesto a asistir en la búsqueda de soluciones "creativas" para este problema, pero no tomará bien una postergación de su entrada a Schengen.
"Arrinconar a 22 millones de rumanos porque no tenemos una solución inteligente para los Roma nómades no es una solución", dice. "Asumimos la responsabilidad - pero encontremos una solución juntos".