El Concejo Municipal de Iquique aprobó este miércoles un presupuesto de $ 645 millones para el espectáculo que dará la bienvenida al 2026 en la ciudad, y siguiendo la tendencia internacional que está dejando atrás los masivos despliegues de fuegos artificiales, por su impacto en el medio ambiente, este año, al igual que ocurrió en el anterior, el protagonista del evento será un ejército de drones que desplegará una elaborada coreografía de luces en el cielo nocturno del puerto.
Sin embargo, hay una importante diferencia respecto de la experiencia anterior, y es el precio. La polémica estalló de inmediato cuando se presentaron los detalles del proyecto, que contempla la participación de 1.500 aparatos, un tercio más que los utilizados en la versión previa, pero con un costo 90% mayor, desde los $ 340 millones contemplados en el presupuesto pasado. De este modo, el valor por dron pasó de $ 340 mil a $ 430 mil, un salto de más de 26%.

La votación en la instancia fue estrecha, ya que de los 10 concejales presentes, cinco se manifestaron a favor y cinco en contra, por lo que la definición quedó en manos del alcalde Mauricio Soria, quien inclinó la balanza en favor de aprobar el proyecto. En contra se manifestaron los concejales Carolina Valdés, Martín Lonza, Néstor Jofré, Domingo Campodónico y Cristian Barra.
El salto en el presupuesto generó cuestionamientos por la ausencia de un desglose técnico detallado y mayor variedad de opciones.
Por el otro lado, quienes respaldaron la iniciativa, argumentaron que el objetivo es posicionar a Iquique como un destino turístico relevante para las celebraciones de Año Nuevo, aprovechando el efecto de atracción que ha generado este tipo de espectáculos en años anteriores. Durante la sesión, encargados de la Secretaría Comunal de Planificación Secoplac, explicaron que el objetivo es ubicar a la ciudad como sede del mayor espectáculo de drones del país, que contempla la presentación de 13 figuras luminosas inspiradas en la identidad regional.
Recordaron que el show del año pasado ya atrajo visitantes de otras regiones y que, mientras distintas ciudades promocionan espectáculos de 1.000 drones como “los más grandes de Chile”, la propuesta iquiqueña busca mantener el liderazgo elevando la cifra a 1.500 unidades. También hicieron una comparación de costos con Valparaíso, que destinará $ 530 millones sólo a fuegos artificiales, lo que según expusieron, demuestra que los fuegos artificiales tradicionales, no siempre resultan más económicos que las alternativas tecnológicas.

Concejales en contra
Durante la sesión, la concejala Carolina Valdés, quien votó en contra, afirmó que “es un monto excesivo para una fiesta de fin de año que no supera los 30 minutos y para todas las prioridades que tiene la ciudad en estos momentos”.
El concejal Domingo Campodónico, precisó que “no estamos en contra de los drones; el problema es económico. Son cerca de $ 300 millones (adicionales) por un espectáculo de pocos minutos. A la gente le gusta, sí, pero finalmente son 10 minutos y solo unas pocas imágenes, y eso es parte de lo que se está reclamando”.
El concejal Martín Lonza justificó su rechazo argumentando que “el monto que se está pidiendo para Año Nuevo es desproporcionado”.
Concejales a favor
El representante Washington Santos recordó que el año pasado “nosotros aprobamos una modificación presupuestaria donde revisamos el detalle, y ahí aparecía la actividad de cierre de fin de año. Esa modificación se aprobó completamente, y ahí va incluido este proyecto”.
Rodrigo Oliva, que también votó a favor, recordó que “no podemos intervenir en las licitaciones. Se cayeron dos veces, lo que generó un escenario muy complejo. Y tampoco es correcto decir que estos recursos pueden destinarse a otra cosa, porque están asignados dentro de un presupuesto específico”.
Roxana Vigueras señaló que “entiendo que se quiere tener un show de alto nivel, incluso el mejor espectáculo de drones de Latinoamérica, y para eso hay que dar esa pelea. Tiene un plus, casi como un récord Guinness, y eso también suma”.
Por su parte, el alcalde Soria, a quien le tocó dirimir el empate, sostuvo que el proyecto contempla mejoras tecnológicas y operativas y que “este es un esfuerzo para consolidar a Iquique como una ciudad moderna, con espectáculos de alto estándar, seguros y con menor impacto ambiental”.
Durante la sesión del Concejo, Secoplac expuso que para las celebraciones de Año Nuevo se proyecta una ocupación hotelera de entre 85% y 95% de la capacidad de la ciudad. Y aunque reconoció que el evento no explica por sí solo ese nivel, sí genera un incremento medible respecto de años anteriores: con fuegos pirotécnicos, las reservas rondaban 70%, mientras que el año pasado, con el show de drones, la ocupación se movió entre 85% y 87%. La expectativa para este año, añadieron, es mantener e incluso superar esa cifra. La unidad técnica también subrayó que el evento genera un movimiento económico transversal, que no se limita solo al borde costero.

Antecedentes y empresa oferente
En el Año Nuevo anterior, la empresa DronePix ejecutó un show de 1.000 drones por $ 340 millones, calificado como el más grande realizado hasta entonces en Chile y más económico que los fuegos artificiales de Viña del Mar, cuyo contrato ascendió a $ 490 millones. Para este año, el salto a 1.500 drones implica mayores costos en software, equipo técnico, sincronización y logística.
Secoplac argumentó que la propuesta pública no podía modificarse, ya que cualquier cambio, obligaría a reiniciar todo el proceso. Se indicó que esta licitación llegó en un tercer llamado: ya que en el primero y segundo las empresas oferentes no cumplieron los requisitos, pese a que las bases se mantuvieron exactamente iguales. “Cuando levantamos una propuesta pública dejamos claro lo que buscamos; si las empresas no cumplen, no es un tema del municipio”, señaló el encargado, enfatizando que el actual proyecto fue adjudicado bajo las condiciones fijadas desde el inicio.
La oferta económica ganadora fue la de la empresa Salesforce Spa, proveedor de Santiago, por un monto de $ 645.515.500 incluido impuestos.
