Este restaurante italiano abrió sus fuegos hace unos doce años en Viña del Mar y hace algún tiempo inauguró su “sucursal” en Alonso de Córdova. Su dueño, Olimpio Pizio, es un instructor de sky y un amante de la cocina, pasiones que lo han llevado a recorrer el mundo y a avecindarse en Chile.
Su cocina, simple y rica, es por cierto un tributo a su patria y a su recuerdo. Para partir, por ejemplo, qué más simple y directo que un Piccolo antipasto del norcino, que tiene variedad de fiambres italianos, desde coppa hasta prosciutto. O para impresionarse, opte por unas Olive ascolane ripiene, es decir, unas aceitunas verdes rellenas, apanadas y fritas.
Si es un fanático de los risottos, esta es su hora. Aquí hay cinco risotti: Alta Marea (con langostinos al grill), Dolce Vita (con mariscos y hierbas), Campo di Fiori (con crema de alcachofas y medallones de conejo), Arriccia Baffi (con variedad de setas) y Gran Canal (con espárragos y ostiones). Realmente recomendables.
En su sección de pastas, la más amplia obviamente con más de una veintena de platos, es recomendable probar una selección que viene en un sólo plato: Fantasia di tre paste della Nonna, que contiene ravioles de tres carnes, sorrentino de centolla y ostiones, y ñoquis en salsa de ossobuco, un verdadero festival de sabores.
Notable cocina, excelente carta de cocteles, buena ubicación. Lo tiene todo para convertirse en un imperdible. Así sea.
Te recomendamos
ARTICULOS RELACIONADOS
LO MÁS LEÍDO
Newsletters

Gigante español OHLA anuncia demanda contra el Fisco de Chile por más de US$ 43 millones por construcción del Hospital de Curicó
Dijo que, entre otras materias, exigirá una compensación por alza de materiales e insumos de construcción, lo que -a su juicio- fracturó el equilibrio económico del contrato por unos US$ 250 millones adjudicado en 2016.

Qué son los agentes de IA de código y su potencial para elevar la productividad en el desarrollo de software
Son equiparables a un programador junior capaz de realizar prototipos de sitios web, aplicaciones, hasta videojuegos. Expertos los valoran, pero advierten riesgos de alucinaciones y errores de código.