Apuntar a la industria minera "es una forma popular de aumentar los ingresos de un país"
El experto asegura que pese a que la población no lo siente de inmediato, el cambio en las reglas del juego tiene efectos negativos en el largo plazo, ya que disminuyen los proyectos.
Por: | Publicado: Lunes 17 de mayo de 2010 a las 05:00 hrs.
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Isabel Ramos Jeldres
La imposición de un impuesto de 40% a las ganancias de las empresas de recursos naturales en Australia "es un gran e inesperado golpe a la industria minera", afirmó el analista de The Fraser Institute, Fred McMahon. En conversación con DF, el experto explicó que el cambio en el sistema tributario tendrá un fuerte impacto en los proyectos futuros y en la percepción que tienen los inversionistas del sector de la minería de Australia.
"Cuando Chile impuso un royalty a la minería, el país cayó del top 10 de nuestra encuesta de empresas mineras al puesto 27. Eso no se produjo por el impuesto, que los mineros no consideraron particularmente injusto, sino por el hecho de que se les había prometido que no habría un tributo de ese tipo", aseguró. "Lo que les preocupaba es lo que esto significaba para la estabilidad del régimen de tributación de la minería chilena".
- ¿Cuál puede ser el impacto potencial de la aplicación del impuesto de 40% a las ganancias de las mineras?
- En primer lugar, el impuesto no es tan malo como podría parecer, se están bajando otros impuestos y además se cambiaron las reglas de apreciación y amortizaciones en una forma que favorece a la industria minera. Dicho eso, el impuesto es un gran e inesperado golpe a la industria minera en Australia. Hará que los mineros reevalúen los proyectos que estaban planificando en Australia. Pero tendrá un impacto más costoso: hará que los mineros se cuestionen la estabilidad del régimen tributario y regulatorio para la minería en Australia, y eso tendrá un efecto muy negativo en los proyectos futuros.
- ¿Sentirán que les cambiaron las reglas del juego?
- Sí. Los mineros pasan años echando dinero a la tierra antes de empezar a ganar dinero, así es que algo que es muy importante para ellos es la estabilidad del régimen tributario. Al comienzo del proceso están más interesados en cómo será el régimen tributario en cinco a diez años, en lugar de la situación en el momento de la exploración. Esto hará que los mineros se cuestionen la estabilidad del régimen australiano, especialmente porque se hizo sin consultar a la industria y parece tener un dejo político.
- ¿Usted cree que esto podría expandirse? ¿Es una tendencia?
- Al parecer. Cuando los precios de los commodities estaban subiendo, antes de la recesión reciente, hubo varios movimientos de gobiernos y sindicatos para obtener más de la industria minera. Eso por supuesto decayó durante la recesión, cuando los precios de los commodities bajaron, pero ahora están al alza nuevamente. En efecto, parece ser una tendencia, se ve en Australia, en Chile y también se ve en Quebec, la provincia canadiense que tiene mayor calificación por parte de los mineros en nuestra encuesta de la industria.
Jugada política
De acuerdo con el experto, la decisión de implementar el impuesto tiene una fuerte connotación política por parte de las autoridades australianas.
- El gobierno australiano ha dicho que usará los mayores ingresos que percibirá para realizar reducciones tributarias a las empresas y para aumentar los beneficios sociales a la población, ¿por qué optó por esta vía de financiamiento?
- Es muy fácil para los gobiernos apuntar a la industria minera, porque es un sector que está en la mente de la población. Las poblaciones rurales son las que realmente dependen de la minería. La minería es un blanco fácil para los gobiernos.
- Pero esto tendrá un efecto en la población, ¿no es una medida contraproducente?
- Los australianos no sentirán el impacto del aumento del impuesto a las mineras de inmediato, sólo lo harán las comunidades que dependen de la minería. Es una forma popular de aumentar los ingresos, pero que tiene efectos negativos en el largo plazo. Mientras se incrementan los ingresos en el corto plazo de las minas existentes, habrá menos minas en el futuro de las cuales obtener ingresos. Sin embargo, ese daño no se apreciará hasta dentro de años, y no afectará hoy a la población.
La imposición de un impuesto de 40% a las ganancias de las empresas de recursos naturales en Australia "es un gran e inesperado golpe a la industria minera", afirmó el analista de The Fraser Institute, Fred McMahon. En conversación con DF, el experto explicó que el cambio en el sistema tributario tendrá un fuerte impacto en los proyectos futuros y en la percepción que tienen los inversionistas del sector de la minería de Australia.
"Cuando Chile impuso un royalty a la minería, el país cayó del top 10 de nuestra encuesta de empresas mineras al puesto 27. Eso no se produjo por el impuesto, que los mineros no consideraron particularmente injusto, sino por el hecho de que se les había prometido que no habría un tributo de ese tipo", aseguró. "Lo que les preocupaba es lo que esto significaba para la estabilidad del régimen de tributación de la minería chilena".
- ¿Cuál puede ser el impacto potencial de la aplicación del impuesto de 40% a las ganancias de las mineras?
- En primer lugar, el impuesto no es tan malo como podría parecer, se están bajando otros impuestos y además se cambiaron las reglas de apreciación y amortizaciones en una forma que favorece a la industria minera. Dicho eso, el impuesto es un gran e inesperado golpe a la industria minera en Australia. Hará que los mineros reevalúen los proyectos que estaban planificando en Australia. Pero tendrá un impacto más costoso: hará que los mineros se cuestionen la estabilidad del régimen tributario y regulatorio para la minería en Australia, y eso tendrá un efecto muy negativo en los proyectos futuros.
- ¿Sentirán que les cambiaron las reglas del juego?
- Sí. Los mineros pasan años echando dinero a la tierra antes de empezar a ganar dinero, así es que algo que es muy importante para ellos es la estabilidad del régimen tributario. Al comienzo del proceso están más interesados en cómo será el régimen tributario en cinco a diez años, en lugar de la situación en el momento de la exploración. Esto hará que los mineros se cuestionen la estabilidad del régimen australiano, especialmente porque se hizo sin consultar a la industria y parece tener un dejo político.
- ¿Usted cree que esto podría expandirse? ¿Es una tendencia?
- Al parecer. Cuando los precios de los commodities estaban subiendo, antes de la recesión reciente, hubo varios movimientos de gobiernos y sindicatos para obtener más de la industria minera. Eso por supuesto decayó durante la recesión, cuando los precios de los commodities bajaron, pero ahora están al alza nuevamente. En efecto, parece ser una tendencia, se ve en Australia, en Chile y también se ve en Quebec, la provincia canadiense que tiene mayor calificación por parte de los mineros en nuestra encuesta de la industria.
Jugada política
De acuerdo con el experto, la decisión de implementar el impuesto tiene una fuerte connotación política por parte de las autoridades australianas.
- El gobierno australiano ha dicho que usará los mayores ingresos que percibirá para realizar reducciones tributarias a las empresas y para aumentar los beneficios sociales a la población, ¿por qué optó por esta vía de financiamiento?
- Es muy fácil para los gobiernos apuntar a la industria minera, porque es un sector que está en la mente de la población. Las poblaciones rurales son las que realmente dependen de la minería. La minería es un blanco fácil para los gobiernos.
- Pero esto tendrá un efecto en la población, ¿no es una medida contraproducente?
- Los australianos no sentirán el impacto del aumento del impuesto a las mineras de inmediato, sólo lo harán las comunidades que dependen de la minería. Es una forma popular de aumentar los ingresos, pero que tiene efectos negativos en el largo plazo. Mientras se incrementan los ingresos en el corto plazo de las minas existentes, habrá menos minas en el futuro de las cuales obtener ingresos. Sin embargo, ese daño no se apreciará hasta dentro de años, y no afectará hoy a la población.