Bolivia está abusando del libre tránsito
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 25 de marzo de 2011 a las 05:00 hrs.
-Cómo interpretas las declaraciones de Evo Morales, quien ha señalado que acudirá a los tribunales y organismos internacionales demandando “en derecho y justicia” una salida “libre y soberana” al Pacífico?
-Si va a los tribunales internacionales, estoy totalmente seguro que va a ver frustrada su demanda. Los tribunales internacionales aplican el derecho sobre la base de tratados y son adversos a revisar fronteras y soberanías. Si comenzaran a revisarse los límites tendríamos al mundo en un caos, con nuevos conflictos y guerras. Por otra parte, esto es demostrativo de las dificultades de entenderse con Bolivia: un día se declara una posición a favor del diálogo sincero, se habla de confianzas, de moderación, e incluso cuando se plantea la pregunta de recurrir a la Corte de la Haya, se dice que ese no es el camino adecuado. Al otro día, en una ceremonia popular, recurre al populismo tradicional que hemos visto en más de 50 presidentes bolivianos. Morales vuelve a utilizar la relación con Chile como un catalizador y también como un instrumento para aumentar su popularidad. Volvemos a lo de siempre, a las contradicciones y al uso político de las relaciones con Chile.
-También hace una crítica al funcionamiento del libre tránsito…
-Ese es un elemento nuevo. El presidente Morales está diciendo que el libre tránsito no funciona como debiera. Pero resulta que el gobierno del presidente Piñera está realizando la inversión más importante que se ha hecho en los últimos 30 ó 40 años para facilitar el comercio con Bolivia, con la reconstrucción del ferrocarril de Arica a La Paz, que fue arrasado por un aluvión. Más de 30 millones de dólares se están invirtiendo en las líneas férreas y se estima que en el 2012 va a estar en funcionamiento después de 7 años. Al mismo tiempo, en el gobierno de la presidenta Bachelet y en este gobierno, se les ha dado facilidades especiales a Bolivia a través de los puertos de Iquique y de Antofagasta, y es posible afirmar sin equivocarse, que de los prácticamente 40 países que hay en el mundo que no tienen acceso al mar, Chile es el que mayores facilidades otorga. Además, hay una situación especial: esta salida libre a Bolivia tiene un enorme riesgo y costo para Chile porque se está usando impropiamente para el narcotráfico.
-Es un problema adicional…
-Claro. Imaginémonos lo que sería una concesión de un enclave a Bolivia. Hace pocos días hemos visto cómo la máxima autoridad policial para combatir el narcotráfico, conspiraba y participaba activamente con los tres carteles más importantes de su país. Sabemos también que hay un nexo muy importante entre tránsito de droga y consumo interno. El tránsito de la droga a través de los puertos chilenos, nos expone a que nos quiten la certificación para comerciar internacionalmente. Se exige que los puertos tomen las medidas de precaución para que no se trafiquen sustancias peligrosas, armas ilegales, droga etc., y nosotros no podemos inspeccionar los despachos de Bolivia y estamos sufriendo las consecuencias de ese narcotráfico en Chile. De acuerdo al último informe de las Naciones Unidas y del Departamento de Estado, ha aumentado sustancialmente el tráfico ilegal de drogas desde Bolivia y en ese mismo informe se agrega otra relación todavía mucho más peligrosa: que el consumo de droga per cápita de estudiantes de la educación media en Chile es el más alto de Sudamérica. Por lo tanto, a mí me parece que Bolivia está abusando del libre tránsito y nos está perjudicando fuertemente, pese a que, insisto, somos el país que más facilidades da a un vecino para desarrollar su comercio.
-¿Qué debiera hacer el gobierno chileno?
-El gobierno chileno tiene que ser muy firme y rechazar tajantemente –como lo ha hecho casi inmediatamente- las declaraciones de Morales.
-¿Esta nueva situación, afecta nuestra relación con Perú?
-Yo estoy seguro que no, a pesar que algunos sostienen lo contrario. Perú y el presidente García en particular, ha sufrido de los denuestos, de las contradicciones, de las vacilaciones de los gobiernos bolivianos y específicamente de Evo Morales. Ellos lo conocen mucho mejor que nosotros. Si al fin y al cabo Bolivia era parte del Perú.