Tras convertirse en la primera startup chilena entre los 20 finalistas de TechCrunch Disrupt en San Francisco, Estados Unidos, Strong by Form alcanzó un nuevo hito con la creación de un prototipo de losa estructural de madera que busca reemplazar al hormigón y acero en la construcción.
Con esta innovación, la compañía fundada por Andrés Mitnik, Jorge Christie y Daniel Del Río apuesta por cumplir su objetivo de descarbonizar esta industria y escalar su tecnología desde Chile hacia Europa, donde abrirá una planta piloto en España en 2026 para fabricar y certificar su biomaterial.
“Este ha sido el año en que pasamos de estar prototipando nuestra tecnología a vender y expandirnos en distintos mercados”, dijo desde Londres (Inglaterra), Mitnik, CEO de la compañía.
Fundada en 2018, el equipo buscaba crear estructuras más livianas y resistentes usando fibra de carbono. Sin embargo, el alto costo de ese material los llevó a desarrollar una alternativa sustentable y aplicar los mismos principios estructurales a fibras naturales de madera.
Así surgió Woodflow, una tecnología que combina ingeniería estructural, ciencia de materiales e inteligencia artificial para fabricar piezas de madera de alto rendimiento que pueden reemplazar materiales convencionales como el hormigón, el acero o los plásticos compuestos.
Mitnik explicó que el sistema utiliza software y robots industriales que alinean las fibras de madera según los esfuerzos mecánicos de cada pieza, logrando materiales más livianos, fuertes y eficientes. La startup trabaja hoy en tres líneas de producto: Woodflow Skin (aplicaciones arquitectónicas y de diseño), Woodflow Motion (piezas para la industria de la movilidad, como trenes y autos) y Woodflow Core (componentes estructurales para construcción).
Cuentan con una fábrica de 600 metros cuadrados (m2) de espacio productivo en el barrio industrial de La Reina, equipada con cuatro robots y máquinas de corte láser capaces de producir hasta 12 mil m2 anuales de material. En Europa, tienen una oficina en Sttutgart, Alemania.
De trenes a autos
El biomaterial desarrollado por Strong by Form ha despertado el interés de algunas industrias europeas. En el sector ferroviario, la startup chilena trabaja con la empresa holandesa NS, Siemens, Alstom y la española Talgo, para las que han fabricado revestimientos interiores y techos para trenes.
En el mundo automotor, se suma su alianza con la alemana BMW, con quienes avanzaron en su acuerdo para producir componentes estructurales de vehículos. Este año también participaron en exhibiciones en París y Milán, incluso con el diseño de una bicicleta cuyo marco fue hecho con su biomaterial.
Su más reciente hito fue el prototipo de losa de madera de hasta 10 metros de largo, el que lograron la semana pasada en un desarrollo que les ha tomado cinco años de investigación.
Mitnik señaló que el siguiente paso será escalar esa innovación a nivel industrial. Para ello, planean instalar su primera planta en España destinada a fabricar y certificar Woodflow Core.
“Debería estar operativa y certificada en dos años”, proyectó.