Claudio Matte, educador de Chile
Por: Equipo DF
Publicado: Viernes 7 de enero de 2011 a las 05:00 hrs.
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Entre los muchos desafíos que asumió Chile en el siglo XIX, el desarrollo de su sistema educacional fue uno de los más interesantes. El Estado asumió desde temprano esa tarea, con la creación del Instituto Nacional y de la Universidad de Chile, entre otras instituciones orientadas a la enseñanza pública. La Iglesia también aportó lo suyo, destacando numerosas iniciativas escolares y también la Universidad Católica (1888). Las colonias extranjeras hicieron lo propio en Valparaíso, Santiago y el sur del país, contribuyendo a la configuración de un sistema plural, donde coexistían el esfuerzo público y el privado. Un caso notable de educador fue Claudio Matte (1858-1956), uno de los hombres más importantes de su época y que contribuyó a la educación pública desde el Estado e instituciones privadas. Fue ministro de Estado, diputado, filántropo, escritor, Rector de la Universidad de Chile, dentro de una larga serie de servicios prestados al país. Lo describe muy bien Gonzalo Vial: Matte era de familia liberal tirada a radical, muy irreligiosa; institutano; desde esas aulas, íntimo amigo de Valentín Letelier... laico pero no sectario, hasta el punto que sus primeras experiencias como educacionista las vivió aún adolescente en una sociedad católica de instrucción primaria. Podemos destacar dos fuentes principales de la bien ganada fama de educador de Claudio Matte. En primer lugar, don Claudio fue el autor del famoso Silabario Matte, con el cual aprendieron (hasta hoy incluso), varias generaciones de chilenos. El libro apareció en 1884, tras la investigación desarrollada por el educador en Alemania. Bajo el gobierno de Jorge Montt (1891-1896), el Silabario adquirió la categoría de texto oficial de enseñanza.
En segundo término, Matte fue la figura central de la Sociedad de Instrucción Primaria (SIP) durante décadas, destacando como maestro y como Presidente de la institución, como ilustra muy bien el estudio reciente de la SIP, dirigido por Pilar Hevia. Su primera contribución fue la instauración del método Matte en los colegios de la Sociedad, además de encontrar condiciones propicias para la difusión de sus ideas en el resto del país. En 1893 Claudio Matte asumió la Presidencia de la Sociedad, cargo que desempeñaría hasta 1905. Junto con liderar la institución, Matte infundió su impronta educativa y durante décadas- fue generoso en su contribución económica personal, que permitió crear nuevos colegios en diferentes zonas de la capital. En 1934 el presidente Arturo Alessandri le ofreció el ministerio de Educación, pero Matte declinó la oferta y prefirió asumir la Dirección General de Instrucción Primaria, para estar involucrado derechamente en la educación más que en la discusión política. Después formó la Sociedad Constructora de Establecimientos Educacionales, para construir y transformar edificios para la enseñanza, lo que permitió tener 301 establecimientos funcionando en dos décadas, para más de doscientos mil alumnos. El gran legado de Claudio Matte puede resumirse en el compromiso decidido, de toda una vida, por dar educación a los niños más pobres de Chile. Su muerte fue sentida y recibió saludos de numerosas instituciones del país. Si en vida los homenajes le habían sido esquivos, fue por la humildad personal con que acometía sus tareas en la enseñanza y en el servicio público. El ideario del filántropo y educador se proyectó en el tiempo y, a través de la Sociedad de Instrucción Primaria, siguió prestando innumerables servicios al país después de la muerte, a los 98 años.
