Cómo ganar en Oriente Medio

“Yo invitaría también a Gran Bretaña y Francia a que reasuman un papel en el fortalecimiento de la seguridad de Asia”.

Por: | Publicado: Jueves 27 de diciembre de 2012 a las 05:00 hrs.
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Imagen foto_00000001Por Turki bin Faisal al-Saud Su alteza real Turki bin Faisal al-Saud, presidente del Centro Rey Faisal para Investigación y Estudios Islámicos, fue el director general de Al Mukhabarat Al A'amah, la agencia de inteligencia de Arabia Saudita entre 1977 y 2001, y se desempeñó como embajador de Arabia Saudita ante el Reino Unido y Estados Unidos.

RIYADH
– Los analistas en todo el mundo evalúan la situación en Oriente Medio en 2012 enumerando a los "ganadores" y a los "perdedores" de la región. Hamas ganó. El presidente de Egipto, Mohamed Morsi, ganó, luego perdió. La secretaria de Estado, Hillary Clinton, ganó. Siria perdió. Irak perdió. Irán obtuvo un empate (recibió sanciones más duras, pero está más cerca de una capacidad de desarrollar armas nucleares), al igual que Arabia Saudita (tiene una creciente influencia, pero no fue capaz de frenar las masacres en Siria o Gaza), e Israel (evitó un derramamiento masivo de sangre, pero se quedó más aislado que antes).

Todas estas listas, sin embargo, no son más que los pasatiempos de los fanáticos de la política. En el miasma sangriento y hostil de Oriente Medio, ser un "ganador" en cualquier sentido de la palabra es falaz. La región sigue engendrando sólo perdedores. Las víctimas de los conflictos en Siria, Irán y Palestina; los amigos y familiares de las víctimas; aquellos que anhelan la paz: todos perdieron. Este es un recordatorio sombrío de que cuando se trata de matarse unos a otros, de desperdiciar repetidamente las oportunidades de alcanzar la paz y de echar por la borda todos los esfuerzos en marcha, nadie le gana a Oriente Medio. En 2012, la región demostró una vez más que es verdaderamente la mejor a la hora de llevar a cabo lo peor.

¿Cuándo estos países vitales, eclécticos y prósperos (o potencialmente prósperos) pondrán fin a sus luchas internas voraces y empezarán a alimentar, proteger y sustentar a su pueblo? Si bien ya hubo muchas prescripciones, ofreceré mi propio resumen de la situación en Oriente Medio en 2012, con una mirada puesta en lo que debe suceder en 2013 si queremos que las pérdidas no sean tantas.

Un Estados Unidos decidido debe poner freno a la máquina de matar israelí utilizando su influencia para que se logren implementar los principios de territorio por paz de las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, la Conferencia de Madrid, el Acuerdo de Oslo y la Iniciativa de Paz Abdullah. Esta es la única manera de salir del actual predicamento impracticable.

Tomando prestado un término de la estrategia nuclear, la situación entre Israel y los palestinos se puede describir solamente como de "destrucción mutua asegurada", también conocida, apropiadamente, como MAD (loco, en inglés). Esto no beneficia a nadie. ¿Para qué dejar que continúe entonces? Sólo Estados Unidos tiene la capacidad de obligar a los israelíes a abandonar su "locura", de modo que espero que la administración Obama reconozca y actúe en base a esa obligación moral el año entrante.

También debe frenarse la máquina de matar de Assad. En este caso, Occidente debe llegar a un acuerdo con Arabia Saudita para armar al Ejército Libre de Siria con las armas defensivas que necesita para derribar a los aviones de Bashar al-Assad e inmovilizar sus tanques y artillería. A diferencia de algunos conflictos en la región, éste es un caso que tiene una solución clara y simple. Quienes son atacados simplemente necesitan armas para defenderse; si las consiguen, toda la dinámica del conflicto cambiará, poniendo fin a su vez al derramamiento de sangre. Por ahora, todos los actores en Siria son conocidos. No hay yihadistas, terroristas o gángsters ocultos. Todos están bien documentados. De manera que los moderados son los que deberían conseguir las armas para enfrentar aviones y tanques. Si las tienen, su prestigio entre otros combatientes aumentará y, con él, el apoyo a su postura moderada.

La intervención iraní en Irak debe terminar. Está desgarrando a Irak y poniendo en peligro a los países alrededor. Occidente e Irán deben quitarle su respaldo al gobierno de Nouri al-Maliki, que está controlado por la milicia iraní Basij, permitiéndole al pueblo iraquí decidir libremente sobre su propio destino. ¿Los norteamericanos derrocaron a Saddam Hussein y más de 100.000 iraquíes murieron en el proceso para que su país se convierta en una marioneta del hostil régimen iraní? La intervención de Irán en Bahrein, Kuwait, Yemen y otros Estados del Golfo también debe terminar.

Además de estas tareas importantes, los principales rivales políticos de Palestina, Hamas y Fatah, deben reconciliarse y dedicar sus esfuerzos a mejorar las vidas del pueblo palestino. Egipto debe abandonar su disputa post-revolucionaria y retomar su papel de liderazgo entre los Estados árabes. Y todos los Estados árabes deben coordinar sus esfuerzos para llevar a cabo sus ambiciones comunes, en lugar de seguir persiguiendo intereses nacionales estrechos.

Esencial para llevar adelante estas tareas es la creación de un Consejo de Cooperación del Golfo (GCC, por su sigla en inglés) que esté unido en una confederación que pueda enfrentar los desafíos de las ambiciones regionales de Irán e implementar importantes despliegues militares para intervenir en conflictos regionales. Si algo quedó en claro en el último año es que estados como Israel, Irán y Siria actuarán con impunidad si nadie está preparado, dispuesto y en condiciones de hacerles frente. Es hora de que el GCC, apoyado en el poder de Arabia Saudita, asuma ese rol.

Oriente Medio ha venido perdiendo desde hace demasiado tiempo, porque sus líderes nacionales intentaron ganar a su manera, en pos de sus propios intereses y a expensas de todos excepto de las suyas. Este unilateralismo es imposible en el mundo globalizado de hoy. Debemos juntarnos, o de lo contrario nos desgarraremos en pedazos. La elección es simple: ¿queremos ser ganadores o perdedores?

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