Por dentro

Cristián Bofill: "Por primera vez la línea editorial dependerá exclusivamente de mí"

Después de 30 años dirigiendo medios, el periodista lanzó la semana pasada la plataforma digital Ex-Ante, su primer emprendimiento en el que fue respaldado con una parte de financiamiento de su exjefe Andrónico Luksic.

Por: María José Gutiérrez | Publicado: Sábado 24 de octubre de 2020 a las 21:00 hrs.
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Dice que fueron los 60. O más bien los 61 -que cumplió en septiembre- los que lo hicieron poner el acelerador. Cristián Bofill, uno de los periodistas políticos más reconocidos del país, admirado y temido, y director durante casi 30 años de La Tercera, Qué Pasa y Canal 13, lanzó la semana pasada un nuevo medio político exclusivamente digital, Ex-Ante

Llevaba dos años masticando la idea. En 2018 dejó Canal 13 para convertirse en gerente de estrategia y nuevos negocios de Andrónico Luksic, con el objetivo de mirar el mundo de los medios y hacer análisis de coyuntura. Entonces hizo un primer proyecto: “un ambicioso medio digital, un diario electrónico”, asegura, inspirado en el sitio estadounidense politico.com. Nunca se concretó, y de hecho, ni siquiera se lo presentó al empresario. “No le vi viabilidad económica y no estaba seguro de que tendría la energía feroz que se requiere para sacar adelante un nuevo medio”, explica.

Pero la crisis del 18-O y la pandemia lo convencieron de que la política en los próximos años jugaría un rol crucial. Y él no quería estar fuera en esa coyuntura. “Si no es ahora, cuándo”, pensó.

Partió por conseguirse el financiamiento para la operación del primer año. Luksic se sumó de inmediato. Le siguieron empresarios cuyos nombres no quiere revelar. Y algo de plata puso él también. En tres semanas armó equipo y el 7 de septiembre partió la marcha blanca en un cowork en Alcántara.

Martes 13 y el copy paste

El martes 13 de octubre fue el día escogido para el estreno (en estricto rigor, el lunes a las 22 horas). “Fue una forma de decir ‘no somos supersticiosos’ (risas). Además, como yo conozco la prensa, era un fin de semana largo y sabía que los medios no iban a tirar nada tan potente el martes”, dice. Su plato fuerte: una entrevista en video al Contralor Jorge Bermúdez, y una serie por el primer aniversario del estallido.

-Ex-Ante es gráficamente muy similar a Axios (medio norteamericano que se caracteriza por entregar información muy concisa), casi copy-paste...

-Es que yo creo en el dicho japonés: copiar para crear, crear para competir y competir para ganar. Nosotros estamos en la etapa de copiar para crear. Cuando llegué a Chile con Qué Pasa, me gustaba mucho la revista Veja brasilera, que en ese minuto marcaba pauta. Partí por ahí, y después QP adquirió su personalidad. Me gustaba mucho el Clarín de Buenos Aires y El País de España cuando llegué a La Tercera. Empezamos copiando y después sale tu mano. Los medios a los que les va bien crean un estilo propio, y eso te lo arman dos cosas: equipos cohesionados y el tiempo. Al final, es como todo: nada se crea, nada se pierde, todo se transforma.

Sobre Luksic: “Este medio no responde a su línea editorial”

A cada rato, Cristián Bofill reconoce que le cuesta estar en el lado del entrevistado, después de una vida haciendo preguntas. “A lo mejor soy un pésimo entrevistado, porque lo que quiero es visibilizar el medio, pero no quiero ni crear expectativas. No me voy a poner a teorizar si hacemos mejor o peor periodismo, prefiero mostrar mi trabajo”, asegura.

-¿Por qué te preocupa tanto el tema de la expectativa? ¿Qué sea el proyecto personal de Bofill después de una carrera exitosa en medios no despegó?

-Lo que pasa es que como me asocian mucho a Andrónico Luksic y yo dirigí medios que tuvieron relativo éxito, la gente espera algo enorme.

-¿Esto se descuelga del grupo de medios de Luksic?

-No tiene nada que ver. Tengo un grupo de personas que me ayudan y Andrónico Luksic me da una ayuda importante. Pero el medio no responde a su línea editorial. Es un proyecto personal. Será la primera vez que la línea editorial va a depender única y exclusivamente de mí, el sueño de cualquier director.

-Así como hay personas que crean sus viñas, este es tu chiche...

-No, porque yo no tengo esa plata.

-Pero tienes a tu mecenas.

-Sí, pero no estoy solo.

-¿Es cierto que Luksic te dijo “ok con el proyecto pero no te lleves a nadie del 13”?

-No necesitó decírmelo. Yo jamás lo haría.

-¿Cuál es el modelo de negocios?

-Nosotros no estamos con los clicks, estamos con auspicios. El primer año no vamos a cobrar suscripción, la idea es visibilizarnos. Tengo financiamiento para un año.

-¿Se puede decir el monto?

-No, para qué te lo voy a decir. Es curioso, cuando uno es periodista hace esas mismas preguntas. Yo no estoy acostumbrado a estar a este lado... Nuestra primera meta es visibilizarnos. Y es un trabajo complicado partir de cero. Hubo un momento en que pensé comprar una marca pero después me di cuenta que el gasto de la compra lo podía invertir en el contenido. Yo soy una pyme, no estoy nadando en plata, ni mucho menos. El plan inicial era tener un equipo fuerte en política y uno económico. No me dio para lo segundo, lo que te dificulta porque estamos más bien trabajando temas de poder.

-¿Es tu primer negocio?

-He trabajado toda mi vida como empleado. Nunca tuve un negocio. 

¿De derecha? 

Bofill está más flaco. La pandemia -y la falta de almuerzos sociales- le quitó 7 kilos. Deporte no hace, pero sí tiene compromiso consigo mismo: caminar 10 mil pasos diarios. “Generalmente cuando uno está haciendo un artículo y dice: ‘no encuentro el lado’, salgo a caminar por el barrio (El Golf). En La Tercera no lo podía hacer porque Vicuña Mackenna era un desagrado”, dice.

-Acaban de hacer una alianza con LyD para una serie de conversatorios. De hecho, el martes fue el estreno, con Joaquín Lavín como primer invitado....

-Estamos muy contentos con el acuerdo con LyD y estamos abiertos a hacerlo con otros institutos de otras tendencias. Voy a estar entrevistando ahí como periodista, que es lo que he hecho siempre. Nuestra principal meta en estos meses es darnos a conocer y ellos tienen un público que nos interesa. Yo creo que un buen medio es de derecha en economía, de centro en política como dice el argentino Jacobo Timerman...

-¿Y de izquierda en cultura?

-Más bien de izquierda en términos de derechos civiles. Me gustaba esa frase, pero la verdad es que es un poco caricaturesca. Pero agarra la carta de presentación de Ex-Ante: es más o menos eso. Queremos ser, más bien, un medio de centro.

-¿Has pensado hacer lo que hacen los gringos de explicitar sus posturas políticas? Lo hizo La Tercera con el Apruebo...

-Es que a nosotros nos interesa más el análisis que la opinión.

-Tuviste un pasado cercano al PC en Brasil, ¿hoy te defines de derecha?

-La línea de presentación del medio me define bien, porque además como es el medio que dirijo, quiero hacer una cosa que me identifique. Y creo, de verdad, en la democracia representativa, en la economía de mercado bien regulado y en los derechos civiles. Liberal en lo valórico siempre he sido.

Los 52 mil seguidores 

La gracia de Ex-Ante, explica el periodista, es que escribe en un lenguaje sintético, de no más de 2.500 caracteres. Andrés Azócar es quien lo asesora en materia digital. “Lo que yo sé es de contenidos”. Y agrega: “Siento que el periodismo que se hace en Internet, en general, es muy vociferante y polarizador. Poco reporteo, poco análisis y mucha opinión tendenciosa. Lo atribuyo en parte a los tiempos turbulentos que vivimos, pero sobre todo a la influencia de la lógica de las redes sociales”, argumenta. “En la carta de presentación decimos que no somos un medio de trinchera”, agrega.

-La decisión de ser tan rostro, ¿a qué responde? Haces las entrevistas en videos, escribes las notas, hasta hace poco los newsletter llegaba con tu nombre...

-En los medios digitales necesitas más protagonismo. Soy el único que tiene 52 mil seguidores en Twitter, que está en la tele, en la radio (T13). Eso sirve para visibilizar Ex-Ante. Pero nunca fue mi estilo.

-¿Dónde está el poder hoy? ¿En la derecha, la izquierda, los empresarios, la calle?

-Yo creo que hoy está más repartido. Y te diría otra cosa: el poder está en juego. Tenemos 6 elecciones por delante. Obviamente hay un núcleo que no cambia, y que sólo puede disminuir o aumentar. Los empresarios y los políticos siempre van a tener una cuota de poder. Hoy las certezas se diluyeron, por lo tanto, los intelectuales públicos han ganado más influencia, al igual que los constitucionalistas. El PC hoy es más poderoso de lo que era antes y la centroizquierda se ha diluido. Pero yo creo más en los cambios estructurales a largo plazo. Hoy se están repartiendo de nuevo las cartas. Y hay otra cosa importante: los chilenos no han ido a las urnas desde el 18-O. Van a ir por primera vez el domingo.

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"Nunca voy a ser una María Magdalena"

El lunes, Cristián Bofill colapsó. Dice que llevaba dos semanas trabajando sin descanso, fines de semana incluidos. En una reunión con el equipo comenzó a perderse en las conversaciones. Necesitaba irse a su casa a dormir, algo que, reconoce, no le había pasado nunca. A las 6 pm llegó a su casa en Vitacura, puso “Los 7 de Chicago” en Netflix y a las 9 se quedó dormido, hasta las 6 de la mañana del día siguiente.

-Ese día delegaste el newsletter...

-Es que estoy delegando mucho. Me di cuenta que es una ineficiencia enorme ser concentrador.

Toma una pausa.

“Yo ya no tengo edad, ni cuerpo para hacer las cosas que hacía antes. Lanzar un medio nuevo y en condiciones adversas implica mucha pega: salir, reportear, editar, conversar con los periodistas, estar aquí el fin de semana”, dice. Pese a esta intensidad, asegura “me he preocupado mucho de cuidar a las personas que trabajan conmigo. Tuve suerte de poder contratar un equipo periodístico de muy buen nivel, todos con buena experiencia en cobertura de política, una mezcla de editores con experiencia y gente joven con talento. Y al final, son los equipos de los que depende el éxito o el fracaso de un medio. En el periodismo uno de los mayores errores que cometí en el pasado es ponerles demasiada presión a los equipos. Hoy creo que se puede hacer un muy buen trabajo sin exceso de presión”.

-¿Qué otras cosas has cambiado?

-Más que de mí, quiero hablar de Ex-Ante: no queremos fake news ni titulares engañosos, ni polémicas artificiales. No queremos meternos en peleas tontas.

-Este cambio, ¿es por la madurez, porque ese otro periodismo no es efectivo, o que ya estás viejo?

-Yo creo que a cualquier persona la experiencia y autocrítica lo hacen cambiar. Creo que, tal vez, la polarización que hay, y que se refleja en la política, en los medios, en la calle, en Internet, me provocó tal rechazo que trato de ser más calmo. En cierta forma, yo antes “pagaba” para pelear.

-En épocas de la Concertación, no te importaba pegar combos...

-Sí, como estaba todo tan calmo, había que moverlo un poco (ríe). Ahora que está muy movido... no quiero meterme en peleas tontas. Respecto de los equipos, en un medio chico tienes que dosificar más. Yo en mi época de La Tercera era más...

-¿Reventador?

-Sí, pero con una cosa: nunca nadie te va a poder decir que no me reventaba yo también. No es algo que me exima de mi responsabilidad, pero es un atenuante. Pero no lo pongas así, porque detesto las Marías Magdalenas arrepentidas. Yo nunca voy a ser una María Magdalena.

 

Plebiscito: "El Rechazo va a bordear el 30%"

-¿Que esperas para el plebiscito?
-Creo que va a ganar el Apruebo, me da la impresión de que el Rechazo puede tener un voto oculto, que va a bordear el 30%. El oficialismo tomó una decisión muy sensata que fue desdramatizar el plebiscito, yo creo que si se hubiera mantenido para el 25 de abril, el 26 de abril podrían haber pasado cosas bien complicadas. En ese minuto, tanto el PC como sectores importantes del FA estaban por botar a Piñera.
-¿Qué tan nuevo es este Chile post estallido social?
-No sé si es tan nuevo. La verdadera dimensión de lo que ocurrió la vamos a ver en el próximo año y medio, el mejor predictor de la política chilena desde el 90 han sido las elecciones municipales. No es poco común que en países que han sido sacudidos por protestas muy fuertes terminen llegando al poder los opuestos que ellos querían.
-Que las próximas presidenciales las gane la derecha.
-Es perfectamente posible. En mayo del 68 el que terminó ganando las elecciones en Francia fue Pompidou. Y en EEUU, con todas las protestas contra Vietnam, terminó Nixon gobernando. No digo que eso sea lo que vaya a ocurrir. Pero estamos demasiado cerca de las cosas aún.
-¿Crees que la discusión constitucional se irá más por el centro o por los extremos?
-Cada vez que los chilenos han ido a votar en los últimos 30 años han optado por sectores más moderados o que hicieron campañas moderadas. Soy muy malo para hacer predicciones. Y esto puede resultar en un desastre o puede terminar en un acuerdo y que se rebaraje el naipe para un nuevo consenso nacional que dure -como dicen- 3 ó 4 décadas.

 

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