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Feminismo irrumpe en la agenda de las economistas y mujeres de negocios

La mayoría reconoce que antes no tenía estos temas en su radar, pero que hoy es consciente de las diferencias. 

Por: Equipo DF | Publicado: Miércoles 23 de mayo de 2018 a las 04:00 hrs.
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En Chile nunca una mujer ha ocupado el cargo de presidenta del Banco Central ni ha sido nombrada ministra de Hacienda. Las cifras muestran que no hay ni una sola mujer presidiendo el directorio ni ocupando la gerencia general de las 40 empresas chilenas con mayor presencia accionaria en la bolsa, según el libro #LasNiñasPueden de Comunidad Mujer. Si los hombres tienen un ingreso medio mensual de $601.311, las mujeres sólo alcanzan a los $410.486.

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Las marchas y tomas de los últimos días han puesto el tema en el centro de la discusión pública y ha llegado también al mundo de la economía, de las empresas y los negocios. “Comparto plenamente la necesidad de acelerar los cambios”, afirma Andrea Tokman, economista jefe de Quiñenco, y agrega que se alegra de que esta discusión se haya tomado la agenda.

En concreto, son tres los cambios que proponen las consultadas para avanzar en esta materia: el primer paso sería crear conciencia de las actitudes de discriminación y generar prácticas que las minimicen en las distintas esferas de acción pública y privada. Precisamente un punto en el que ha ayudado mucho el actual movimiento estudiantil.

En segundo lugar, como explica Karen Poniachik, se deben desarrollar “protocolos de prevención” en las empresas, universidades e instituciones públicas. La ex ministra cuenta que el estado de California, por ejemplo, exige por ley que todas las compañías con más de 50 trabajadores capaciten cada dos años a ejecutivos y supervisores sobre cómo prevenir, y de ocurrir, cómo abordar, delitos de acoso sexual. “Este tipo de programas de prevención deben incluirse en los manuales de ética y cumplimiento así como en los códigos de conducta de toda institución”, agrega.

Por último, varias proponen que las empresas mejoren activamente el equilibrio entre hombres y mujeres en sus planas ejecutivas y directivas. Buenos ejemplos de esto son el actual 40% de directoras mujeres en empresas estatales; y en el mundo privado, lo hecho por Antofagasta Minerals que recientemente nombró directoras mujeres en cada una de sus operaciones o la decisión que adoptó la minera BHP de iniciar un esfuerzo para alcanzar la paridad de género para 2025, es decir un 50% de mujeres en su planilla.

Como explica Claudia Sanhueza, economista de la Universidad Mayor, “el solo desarrollo económico no basta para resolver este tema (…) se necesitan políticas directas”. Andrea Repetto afirma en el libro de Comunidad Mujer que “existe bastante acuerdo en Chile sobre la necesidad de modificar las regulaciones que dificultan el acceso de las mujeres al trabajo”.

Un problema global

Justamente ayer la administradora norteamericana de fondos State Street –que maneja US$ 2,5 billones (millones de millones) en activos- dijo que iba a ejercer mayor presión sobre las 3.500 empresas en que invierte para que pongan mujeres al mando, porque de no hacerlo, arriesgarían retiros de dinero.

En efecto, los casos de discriminación también ocurren en el mundo desarrollado. Manola Sánchez, directora de empresas, recuerda un episodio en que se sintió discriminada. “Fue cuándo vivía en Londres y trabajaba en una consultora pequeña de estrategia. Al poco tiempo de tener mi primer hijo, quedé embarazada del segundo y al comunicarlo internamente me di cuenta de que esto había caído muy mal a mis socios, por lo que al poco tiempo terminé renunciando”. Tiempo después fue contratada por otra consultora que le hizo una oferta de trabajo embarazada de ocho meses.

Andrea Tokman cree que muchas veces esta discriminación es inconsciente, como cuando no se ofrecen oportunidades de desarrollo de carrera a mujeres para no “quitarle tiempo a su familia”.

Cecilia Cifuentes también cree que existe discriminación. “Aunque veo un gran avance en igualdad de derechos en estos años. Los jóvenes ven estos temas de manera muy distinta a los adultos, lo que va a significar que las brechas se vayan cerrando a futuro”, dice optimista la economista del ESE Business School. Pero aclara: “rechazo totalmente la cultura machista, en la teoría y en la práctica, pero no comparto muchas de las banderas feministas. Hombres y mujeres no somos iguales y esas diferencias son las que permiten que nos complementemos”.

Una propuesta de equidad para pensiones

Cecilia Cifuentes cuenta que hace un tiempo viene trabajando en una propuesta pro igualdad que busca terminar con la brecha que existe actualmente entre hombres y mujeres en materia previsional.
La economista plantea que mientras exista un vínculo legal –matrimonio o acuerdo de unión civil- entre una pareja hetero u homosexual, las cotizaciones previsionales de ambos vayan a un fondo previsional común. Lo que cada uno haya acumulado antes, queda aparte. Y si se disuelve la unión, por motivo de separación u otro, el fondo se divide en partes iguales y cada uno sigue cotizando de forma independiente.
Si uno de los dos llega a la edad de jubilación, el fondo también se divide. Uno jubila y el otro, con su mitad, sigue jubilando.
"Con esto lograrías reducir fuertemente la brecha de pensiones entre hombres y mujeres, que está explicada principalmente porque muchas mujeres renuncian a sus ingresos laborales en pro del proyecto común. Es lo más justo", afirma la economista del ESE Busines School de la Universidad los Andes.

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