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José De Gregorio: "Próximo gobierno tendrá un mejor crecimiento por las condiciones cíclicas. Este tuvo mala suerte"

Señala que el país está preparado para el incierto escenario tras el triunfo de Trump y hace una férrea defensa del ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés.

Por: Rossana Lucero y Sebastián Valdenegro | Publicado: Lunes 14 de noviembre de 2016 a las 04:00 hrs.
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Tras un primer semestre de clases, el académico de la Universidad de Chile y ex presidente del Banco Central, José De Gregorio, dejó espacio en su agenda de viajes para pasar todo el mes de octubre en Washington, capital no sólo de la mayor economía del mundo sino también de reuniones económicas de alto vuelo y, en particular este año, inmersa en un contienda electoral cuyo resultado remeció el panorama internacional al situar al empresario Donald Trump en la Casa Blanca.

Un signo más de un momento histórico, que plantea exigencias. Una de ellas, expone el economista del MIT, es pensar la forma de hacer política pública hacia futuro en un contexto de alta conectividad e información. "Uno sale con una narrativa -la post verdad- que puede estar muy equivocada sobre el sistema de pensiones, eso domina el discurso político y sin mediación de diagnóstico -ni cuán correcto es- ello se apodera de la decisión de política económica", argumenta.

"El análisis de 140 caracteres es muy poderoso, pero también puede ser muy destructivo", alerta.
Pero llama a no confundirse. "Este es un mundo infinitamente mejor y si estamos en esto, es por la forma en que caminó este mundo. Hoy todos se comunican por redes sociales y se da la paradoja que Facebook, que es una de las cinco empresas más grandes y buen ejemplo de innovación capitalista, es el sitio donde se comunican los anticapitalistas", grafica.

Enemigo del borrón y cuenta nueva, De Gregorio rescata lo importante de construir sobre lo ya hecho, el llamado "incrementalismo". "Hoy vivimos el propio éxito de la sociedad, de la economía y de la globalización, que está sufriendo sus propios costos de maduración. En Estados Unidos quienes hablan de globalización reconocen que un defecto fue no haberse preocupado con suficiente seriedad de quienes perdían. El riesgo actual es que la gente solo vea los defectos y no entienda el camino de cómo llegamos a esto y lo que hemos ganado", advierte.

Otra enseñanza, en un escenario donde los mismos temas se discuten alrededor del mundo, es no aplicar la misma receta a todos los países y circunstancias. Por ejemplo, señala, la política fiscal -que tiene virtudes y defectos- es muy importante en los países desarrollados, "mientras en nuestras economías el principal instrumento para estabilizar es la política monetaria en conjunto con la flexibilidad cambiaria".

- Precisamente, desde septiembre usted ha sugerido bajar la tasa de interés. Dado su nivel (3,5%), ¿de verdad cree que tendría algún efecto?

- Hay dos preguntas: la primera, es si la política monetaria es o no efectiva. Obvio que es efectiva. En las economías abiertas, además, el mecanismo es que la baja de tasas alivia las condiciones financieras y deprecia el tipo de cambio.

Segundo, el problema de bajo crecimiento en Chile no es de la política monetaria, eso hay que tenerlo claro y no tiene discusión.

- ¿Para qué bajarla entonces?

- Lo que Chile necesita hoy es recuperarse cíclicamente, cerrar la brecha productiva (recursos sin uso), que tampoco es excesiva, porque tenemos muy baja productividad, que es el problema central del bajo crecimiento en Chile. Pero hoy tenemos menos inflación y esto indica que se está abriendo un espacio para que el Banco Central agregue en los próximos meses impulso monetario, no para que nuestra economía vuelva a crecer al 5% sino para que se recupere, para que la meta de inflación se cumpla y para que vuelva a crecer en torno a lo dice el Banco Central es la tendencia, entre 3% y 3,5% y no bajo 2%, que es el ritmo que llevamos actualmente.

- Y el alza del dólar del viernes ($ 12,6) no complica la baja de tasas?

- El tipo de cambio esta devolviéndose a niveles que estaba hace dos o tres semanas, así que se mueve en rangos dentro de lo esperable. No hay que sobrerreaccionar a las noticias de corto plazo y dar una mirada en perspectiva a lo que pasa con la actividad y la inflación. Además, las tasas largas han estado subiendo, lo que reduce el impulso monetario

- Entonces, ¿el triunfo de Trump no modificará el escenario del Central en Chile?

- No creo. La reacción de los mercados da a entender que no debiera haber muchos cambios en el escenario de política monetaria en Chile. Es difícil que se modifique mucho el panorama antes del cambio de mando en Estados Unidos (enero). El riesgo de Trump es menos crecimiento en las economías emergentes, especialmente en las más abiertas.

- ¿Tampoco modificará la propia política monetaria en EEUU?

- Tampoco, al menos por lo visto en las reacciones de los mercados. Lo que se ha visto es una reacción relativamente moderada, bastante más de lo que uno pensaba. Entonces, no debería cambiar el panorama para la Fed. En todo caso, el escenario económico mundial es un poco más negativo hoy, es una noticia de mayor debilidad y de mayor incertidumbre.

Lo más probable que pase con Trump es que haya más explosiones de incertidumbre. Él ha sido extremadamente duro con la Reserva Federal, que ha sido el ancla de la recuperación. Él prefiere más expandir por el lado fiscal. Nosotros sabemos que una mayor incertidumbre genera frenos al crecimiento.

- ¿Estamos preparados para el nuevo escenario, como dijo el Banco Central y Hacienda?

- No estamos ausentes de lo que pasa en el mundo, pero estamos muy preparados para mitigar las turbulencias. Tenemos espacio para bajar la tasa de interés, la política fiscal se ha ido perfeccionando y yo creo que cada día nos fortalecemos más a nivel macro. El espacio fiscal, eso sí, es acotado y no tiene el espacio que tuvo en la crisis subprime.

¿Camino hacia el desarrollo?


- Estamos a punto de terminar otro año de bajo crecimiento. ¿Hacia dónde va la economía chilena?

- Por razones cíclicas, la economía tiene que recuperarse. El primer factor del menor crecimiento de Chile es la caída de la productividad, que no distingue entre colores políticos. Lo segundo es la baja en la inversión minera, que es una manera distinta a la tradicional de ver el ciclo de commodities. No es que nosotros recibimos plata y la gastamos, es que nosotros tenemos este boom, viene mucha inversión y luego se acaba.
Uno hubiese esperado que esa inversión se recuperara en otros sectores, pero no ha ocurrido. Y esa falta de recuperación ha estado también ligada a problemas de incertidumbre, en los negocios, pero también en la política. No sabemos claramente a dónde conducirán las nuevas políticas y, en ese contexto, uno simplemente dice "voy a esperar antes de invertir".

- ¿Es la incertidumbre sinónimo de las reformas estructurales impulsadas por este gobierno?

- Primero, tiene que ver con las reformas, pero también tenemos una crisis no menor de legitimidad institucional, eso también genera incertidumbre. Las reformas vinieron a hacer correcciones necesarias en el país, pero se trataron de hacer refundacionales y fueron técnicamente mal diseñadas. Parte de eso es porque respondieron más a lógicas ideológicas que a lógicas de efectividad de la política. Ejemplo: está bien eliminar el lucro en la educación, eliminar el copago, eliminar la selección, pero el foco tiene que ser la calidad y el mejoramiento de todos los colegios. Estamos mal en el diseño. Lo mismo está pasando en la reforma a la educación superior. Y aquí es donde hay una cosa importante, que es esta idea del incrementalismo, o sea, es muy distinta la política óptima en un país que ha sido destruido, que en uno que está acercándose a las puertas del desarrollo, pero que tiene deficiencias. Si este segundo país lo hace bien corrigiendo lo que está mal, puede llegar al desarrollo.

- ¿Y podemos llegar aún?

- Hay que definirlo y actuar con una modestia que sale de la siguiente observación: cuando uno compara por Poder de Paridad de Compra, el ingreso promedio de Chile está aproximadamente a 10% del de Portugal, pero si se considera al chileno mediano, es decir, el que está en el medio, la brecha es de 40%. Yo, al menos, pondría como vara que el chileno del medio esté al mismo nivel que el portugués del medio, o sea, nos falta mucho. Pero, sin lugar a dudas, entre las economías emergentes somos los que estamos más cerca y tenemos muchas posibilidades.

Mientras, la meta debe ser seguir progresando y todos, con inclusión social, lo que yo valoro. Pero cuál es la gracia o el defecto que tenemos los economistas, que nosotros consideramos no solo los beneficios sino también los costos de las políticas, porque hay algunas que pueden aparecer bien intencionadas para un objetivo, pero pueden ser muy dañinas. Y eso es un poco lo que ha pasado con las reformas, se ha perdido la seriedad técnica, el ponerse en un escenario de lo posible para lograr lo mejor.

- Para mucha gente eso no tiene validez, es sinónimo de los acuerdos...

- La ciudadanía quiere cambios, pero al mismo tiempo está molesta con los que han ocurrido. Y en eso hay que pensar. El castigo electoral de las municipales fue un llamado de atención que se venía percibiendo en las encuestas y que se tradujo en el voto. La gente quiere más inclusión social, más calidad de vida, sobre todo para la gente con mayores desventajas, eso está fuera de discusión, hay que hacerlo, que todos los jóvenes puedan ir a universidades de calidad, que todos los niños vayan a buenos colegios, que los jubilados tengan buenas pensiones. Pero hay que operar dentro del mundo de lo posible. Lo primero que uno debe decirle a un estudiante y a un escolar cuando le habla de economía, es que los recursos son escasos.

Hacia la "parte alta del ciclo"


- ¿El 2017 será un año de recuperación?

- Hacia fines de 2017, pase lo que pase, la economía chilena debería estar creciendo más rápido y después en 2018 y 2019 podríamos llegar a niveles mucho más cercanos al 3%. ¿Qué significa esto? Por el ciclo económico, el próximo gobierno tendrá condiciones más favorables porque la economía tiene que empezar a recuperarse, las empresas tienen que invertir con más fuerza, los consumidores tienen que empezar a gastar más acorde a nuestra tendencia. Algunos, obviamente, van a tratar de asociarlo con colores políticos, pero hay que tener mucho cuidado porque no es tan así, es algo que corresponde al ciclo económico. El próximo gobierno, salvo que haga un esfuerzo demasiado grande, va a tener un mejor crecimiento que éste por razones cíclicas. Este gobierno tuvo mala suerte, aparte de todos los problemas que ha tenido, porque se le vino la desaceleración de la inversión y la parte baja del ciclo. El próximo gobierno tendrá más suerte, ya que se le vendrá una mejor fase del ciclo.

- ¿Fue prematuro hablar de efectos primaverales tras el Imacec de agosto?

- No, uno siempre está viendo noticias. Son cosas que vamos a seguir observando en los próximos meses. Obviamente, lo que uno debería esperar es cuando haya tres meses y se empiecen a ver de manera un poco más sistemática estas señales. Las últimas cifras habían sido mejores en el contexto de un desempeño bastante mediocre. En lo personal, no me apresuraría, sí diría que hacia el mediano plazo vamos a tener que recuperarnos.

- ¿Al final del día al gobierno le faltó relato y explicar mejor hacia dónde van las reformas?

- Le faltó priorizar y pensar cómo se hacían las cosas. Si quieres hacer un edificio, lo primero que debes tener son ingenieros calculistas que digan cómo hacerlo para que no se caiga. Faltó la ingeniería política/económica, hubo mucho voluntarismo y una trivialización de las soluciones.

Pero aquí también hay responsabilidad de todos. El problema de las pensiones fue algo que cayó fuera de programa, incluso para los mismos actores involucrados. Como país nos falta analizar cuáles son los problemas que nos van a pegar y cómo anticiparnos. Ese rol no es solo del gobierno, sino también del sector privado. Y el tema de las pensiones nos pilló muy detrás de la curva.

Pensiones: "Hay que decir la verdad"

- ¿Cómo ha visto el debate previsional?

- Este tema hay que abordarlo, pero abordarlo con la verdad. Y la verdad es que la tasa de cotización y la edad de jubilación debieran subir. El tiempo de jubilados respecto al trabajo tiene que disminuir, no podemos esperar estar el mismo número de años jubilados que los años que cotizamos un 10% del ingreso para tener una pensión razonable, en especial en un mundo que viene con bajos retornos. Y el Estado no tiene capacidad de darlo todo.

- ¿Lo ha decepcionado cómo se ha llevado a cabo la discusión?

- En general, el gobierno ha dado buenas señales. Lo dirige el Ministerio de Hacienda y están pensando y llevando el tema con bastante seriedad. Ojalá se avance lo suficiente. No se deben dejar los problemas al próximo gobierno.

Reajuste: "Hay una crisis política de la coalición gobernante de primer orden"

- ¿Cómo ha visto el rol del ministro Valdés en esta lógica de imprimirle técnica a las reformas?

- Hay dos cosas importantes: la primera, que llegó y dijo que los recursos son escasos y no podemos inventar para darle a todos. No hay que olvidar que todos los diseños presupuestarios en el pasado se hicieron con un precio del cobre mayor, hoy tenemos una situación mucho más estrecha. No hay que contraer excesivamente la política fiscal, pero sí hay que darle coherencia en el largo plazo. Eso lo trajo de vuelta con mucha fuerza el ministro Valdés.

Tiene que haber una lógica en el país de que no podemos hacer todo, que las cosas no son gratis. Y he visto a este ministro poner eso con mucha fuerza y muchísima convicción. Que más allá de derrotas o victorias políticas, él es realmente la persona que lidera la economía y eso es muy positivo.

- Pero le rechazaron el veto al reajuste del sector público

- El problema que tiene el gobierno es político. Entonces, llega a un acuerdo una noche y al otro día no lo puede sostener. Ese no es un problema del ministro de Hacienda, sino de un acuerdo político. Hay un problema muy serio de la coalición y en el que me preocupa ver, por ejemplo, que el Partido Comunista en bloque rechaza la propuesta del gobierno. Entiendo, aunque discrepo, que haya parlamentarios díscolos. Pero una bancada completa, por lo tanto el partido completo, contra su gobierno no se entiende. Algo similar ocurrió con el salario mínimo y el reajuste anterior, es una actitud persistente. Esto es una nueva demostración del fracaso de la Nueva Mayoría. Uno no puede estar solo en las buenas, también cuando hay medidas justificadas pero poco populares.

Ahora, también me preocupa la reacción de los parlamentarios de la oposición. Lo que uno esperaría de ellos como ciudadano es que voten de acuerdo a si las cosas son buenas o malas en su mérito, no de acuerdo a la conveniencia política del momento. Se genera un muy mal precedente, mañana la oposición puede volver a ser gobierno y va a necesitar apoyo en algunas medidas. Y uno esperaría que lealmente quienes están en la oposición hagan lo correcto, había que aprobar el reajuste independiente del color político.

- ¿Ve a la presidenta alineada con el ministro Valdés?

- El 3,2% no es sin consentimiento de la presidenta de la República.

- Pero cada vez que va al Congreso le pasan la cuenta...

- Es algo cínico que tiene la política y la desprestigia. ¿Estaban todos los diputados en desacuerdo con el 3,2% de reajuste? No. El hecho de que Valdés haya mantenido el 3,2% es una fortaleza inédita entre los ministros de Hacienda.

En ese sentido, creo que ha sido una tremenda señal para el país. Todos queremos que todos estén lo mejor posible, ahí es donde hay que buscar que las propuestas cuadren.

- ¿Se le pone la lápida definitiva a la Nueva Mayoría?

- Lo que queda claro es que hay una crisis política de la coalición gobernante de primer orden, es realmente preocupante, no puede sacar sus propios proyectos. Realmente, no da garantías en el estado actual de ser una coalición que le dé gobernabilidad, progreso e inclusión social al país.

¿Rodrigo Vergara se queda? "No es cómodo"

- ¿Algún consejo para Mario Marcel como próximo presidente del Banco Central?

- Mario Marcel es una persona que nos debería dar consejos a todos nosotros, tiene un conocimiento del Estado, de las políticas públicas, del manejo institucional excelente. Lleva tiempo en el banco y yo sé que tiene interés por la política monetaria y financiera. Creo que lo hará muy bien. Yo tengo mucha confianza en él.

- Si hubiera sido Rodrigo Vergara, ¿se quedaría en el Consejo?

- No, es incómodo. Yo no me hubiera quedado, creo que no es cómodo para él ni para el presidente. Y la Ley contempla que uno se pueda ir, no es un esclavo. Hay quiene puede aceptar seguir como consejero, pero yo no lo haría.

Presidenciales: "Lagos, el más preparado"

- ¿Cómo ve la campaña presidencial?

- Está bastante desatada, hay que esperar. Aparentemente, tenemos tres candidatos.

- ¿Usted tiene candidato?

- No todavía. De los nombres que suenan, no tengo dudas que el que más me gusta es Ricardo Lagos. Este país necesita conducción y Lagos es más cercano a mis principios. Lo conozco y trabajé con él y tengo la impresión que es el más preparado para estos complicados momentos.

Ahora, estamos en una fase en que solo sabemos de tres candidatos, puede haber nuevos nombres. Pero con lo que hay hoy, no me pierdo.

- ¿Por qué no Piñera?

- La centroderecha hizo un gobierno semi parecido a la Concertación, pero ahí es donde me baja una gran desconfianza: lo hicieron por oportunismo y no por convicción. La insatisfacción social partió en ese gobierno. Yo le tengo menos credibilidad a lo que vaya a anunciar la derecha.

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